Ocasión perdida en San Mamés

Míriam V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

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El Celta cae con estrépito víctima de sus propios errores pero se beneficia de la derrota del Girona

13 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Decía Fran Escribá en la previa que no era buena cosa dejar tareas pendientes para la última jornada. Pero a eso habría quedado abocado el Celta tras caer con estrépito en San Mamés ante el Athletic de no ser por el resultado de un tercero. Graves errores de los célticos en la primera mitad se tradujeron en goles que les costaron el partido. Pese a ello, la tarde acabó siendo dulce por la derrota del Girona que deja al Celta virtualmente salvado excepto debacle histórica en la última jornada frente al Rayo.

Once

Hoedt y Brais, las sorpresas de Fran Escribá  

Fran Escribá decidió arriesgar en su once para San Mamés con novedades difícilmente predecibles. Una de ellas venía anticipada por la exclusión de Cabral de la convocatoria, y finalmente la pareja de centrales estuvo formada por Araujo y Hoedt, el central que menos ha contado para el técnico. Además, sentó a Boufal por primera vez y decidió alinear juntos a Boudebouz y a Brais, que fue titular por vez primera desde su lesión.

Comienzo

El espejismo de un buen inicio

A diferencia con otros partidos, en los primeros compases se vio a un Celta intenso que parecía ser consciente de lo que había en juego. Y a los cinco minutos, fruto de una falta, Maxi Gómez cabeceó al fondo de la red, aunque lo hizo en fuera de juego. Poco después, en una acción parecida pero desde más lejos y en posición legal, el uruguayo remataba fuera. Todo el peligro del equipo vigués en el primer acto iba a llegar a balón parado, pero sin anotar.

Fallos graves

Errores garrafales que costaron goles

El Celta le puso en bandeja el triunfo al Athletic con errores impropios de lo que había en juego. El primero llegó de un penalti cometido por Araujo que no dejaba lugar a dudas y el tercero, de una entrega a Iñaki Williams por parte del guardameta Rubén Blanco. Esas dos acciones hicieron que el Celta llegara muerto al descanso.

Segunda parte

Un Celta desaparecido

Nada parecía hacer reaccionar al Celta ayer en San Mamés. Ni la importancia del golaveraje ni los resultados adversos en otros campos. Movió banquillo Escribá, en primer lugar quitando a Maxi para evitar que viera la quinta amarilla y se perdiera el próximo partido. En su lugar entraba Boufal y luego lo harían Jozabed y Beltrán, pero no había manera de cambiar las cosas. El Celta siguió sin llegar apenas a portería y no dio sensación de peligro en ningún momento.

Desenlace

Un gol anulado en contra y un penalti vital

El desenlace del partido trajo un gol anulado por el VAR al Athletic que hubiera supuesto el 4-0 y, a continuación, un penalti a favor del Celta que convirtió Iago Aspas y que más allá de suponer el gol del honor daba un poco más de oxígeno al equipo vigués en su lucha particular con el Girona por el golaveraje. Al final, la afición celeste en San Mamés terminó celebrando en la grada... al victoria del Levante sobre el Girona que le daba la salvación matemática al Celta.