Tres puntos de fe y resistencia

míriam v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

Tras un mal primer tiempo, un Celta sólido defensivamente supo esperar sus opciones para ganar al Barça

05 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un Celta que supo tener paciencia, madurar el partido y esperar sus oportunidades se llevó tres puntos vitales en Balaídos. Los vigueses se enfrentaban a un Barcelona sin estrellas, pero con jugadores de calidad que tampoco se lo pusieron fácil a los celestes. De menos a más, el equipo de Escribá volvió a apoyarse en sus goleadores de siempre y logró mantener la portería a cero por segundo partido.

Once

El equipo titular esperado de nuevo con Boudebouz

Fran Escribá no se guardaba esta vez ninguna sorpresa en lo relativo al once. Pese a sus elogios a Brais y a que comentó que estaba perfecto, el mosense se quedó en el banquillo y los extremos fueron para Boufal y Boudebouz. Regresó Okay tras sanción y la defensa de cuatro fue nuevamente la que se ha convertido en la zaga tipo del técnico valenciano, con Cabral y Araújo como centrales y Olaza y Hugo en los costados. Pese a estar disponible por primera vez, Juncà fue uno de los descartes.

Arranque

Mal inicio y resistencia a base de solidez defensiva

Los primeros veinte minutos de partido, salvo los instantes iniciales con un despiste visitante que los celestes no pudieron aprovechar, fueron un monólogo de posesión del Barcelona. Los de Valverde campaban a sus anchas en Balaídos, jugando relajados, permitiéndose incluso errores que no les pasaban factura y dominando por completo. El centro del campo celeste hacía aguas y a Maxi y Aspas apenas les llegaban balones. Pese al discurso de Escribá de que se tenía que notar desde el primer minuto que un equipo se jugaba todo y el otro nada, tuvo que ir avanzando el partido para que esas diferencias se dejaran notar sobre el terreno de juego. Con todo, tampoco el Barcelona dispuso de ocasiones claras en esos primeros compases de partido, en los que su dominio fue estéril y con contadas intervenciones de Rubén, que tuvo muy poco protagonismo ayer.

Reacción

Una primera parte de menos a más

Con el paso de los minutos el Celta fue creciendo, comenzó a encontrar algunos centros por las bandas y encadenó varios córneres seguidos. Tuvo varias aproximaciones consecutivas al tiempo que continuaba la solidez defensiva, con varias intervenciones acertadas de un Araujo que también lo intentó en ataque con un cabezazo que fue a parar directamente al portero.

 

La sentencia

Un gol anulado y los anotadores de siempre

Tras el descanso, el Celta siguió con la buena línea en la que había acabado la primera mitad. Y en una jugada a balón parado llegaría el gol de Néstor Araujo que sería anulado por el VAR. Con un Celta que controlaba el partido y que parecía mucho más cerca de la victoria, controlando el partido, sin que el Barcelona inquietara a Rubén en ningún momento y desperdiciando varias aproximaciones. Hasta que aparecieron los de siempre. Un Maxi que acababa de cabecear otra clara al portero, logró batirle con un golazo mediada la segunda parte. Después, y de nuevo tras la intervención del VAR, Aspas sentenciaba de penalti para dejar al Celta mucho más cerca de la meta.