Leganés señala el camino

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta, con el regreso de Boufal y el cambio de centrales, se juega media salvación en Butarque

27 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La permanencia se ha puesto tan cara que el Celta también necesitará puntos a domicilio para quedarse en Primera. El miércoles en Cornellá no estuvo lejos al sumar un empate que se quedó corto para las ocasiones celestes en la recta final y esta tarde, en su segunda salida consecutiva, debe quebrar la maldición de la Comunidad Autónoma de Madrid para buscar un triunfo capital en Leganés ante un rival que casi nada se juega pero que quedó tocado por su derrota del miércoles ante el Athletic. La clave debe estar en la intensidad. Hace un año, en una situación parecida (aunque con los vigueses soñando con Europa) el equipo que lo puso todo en el campo fue el pepinero. Un aviso para hoy.

Los célticos afrontan el duelo vital con el estigma de acumular nueve derrotas consecutivas en territorio madrileño y los cuatro partidos que ha disputado este curso los ha perdido por dos goles de diferencia. Sin embargo, los vigueses han dado un paso adelante en las últimas fechas y todo parece distinto. Al abrigo de Aspas tumbar cualquiera de esas estadísticas es posible (el moañés solo jugó media hora, y en inferioridad física y numérica, en Getafe).

Iago recuperará además a uno de sus mejores socios para asaltar Butarque. Vuelve Sofiane Boufal después de cumplir el partido de sanción para ocupar el franco izquierdo, aunque la principal novedad en el once celeste puede estar en la ubicación de Jozabed Sánchez, que tras sacrificarse y sufrir como teórico interior izquierdo en Cornellá, acabó brillando como mediocentro organizador en los últimos 20 minutos cuando Escribá prescindió del hoy sancionado Okay. Jozabed podría formar pareja en la sala de máquinas con el Lobotka, que ha recuperado gran parte de su nivel y vuelve a ser un jugador influyente para el juego. La opción B sería colocar a Fran Beltrán en el doble pivote, algo que no parece probable.

El otro frente para agitar el árbol de los cambios aparece en el centro de la defensa después de la sorpresa que provocó la decisión de Escribá de apostar por Costas y Hoedt ante el Espanyol. Lo hizo, según su propio comentario posterior, por la rapidez de los puntas rivales, una situación que se repite en parte con el Leganés si Pellegrino apuesta por En-Nesyri. Para esta ecuación ya está descartado el holandés Wesley Hoedt, que por tercera vez en los tiempo recientes se quedó fuera de la convocatoria.

Y eso que Escribá ha pedido a los suyos que eviten en lo posibles los lanzamientos de esquina y las faltas en la inmediación del área para evitar que el Leganés puede tirar de centímetros, porque con tres centrales y delanteros altos, el balón parado podía hacer estragos en la zaga celeste.

A mayores, los célticos esperan un partido muy físico. Con un rival con una defensa de cinco jugadores que trate de imponer su fortaleza ante la calidad de los vigueses. En ese punto debe aparecer la necesidad, que el Leganés perciba que frente a su hoja de servicios repleta (solo están pendientes de ratificar la permanencia de un modo matemático) aparece un equipo que se está jugando la vida. Que la necesidad sea mucho más importante que maquillar una mala actuación como la que tuvo el Leganés el miércoles ante el Athletic. En parte porque entre cláusulas del miedo y las rotaciones de Mauricio Pellegrino el once distó mucho del habitual, algo que no sucederá esta tarde.