Escribá, un cambio por partido

Xosé Ramón Castro
X. R. CASTRO VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

JAVIER BARBANCHO

El entrenador del Celta ha ido ajustando el equipo con mínimos movimientos, alguno obligado por lesión o sanción, hasta construir un once con nueve fijos

23 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fran Escribá hizo un guiño en su comparecencia previa al partido con el Girona a hacer cambios en esta semana de tres partidos, pero las cinco últimas alineaciones invitan a pensar que el técnico del Celta tiene un once definido, al menos con nueve fijos. Además, en el anterior precedente con jornada intersemanal, sus cambios, al margen de la lesión de Brais en Huesca, se circunscribieron a cambiar un central en cada partido. Costas dejó su situó a Cabral del primer al segundo envite y Hoedt a Araujo del segundo al tercero. Desde entonces, la defensa ha sido inamovible. Con estos precedentes no sería de extrañar que mañana en Cornellá ante el Espanyol el único movimiento afectase a la banda izquierda para la sanción de Sofiane Boufal.

Desde que comenzó la reconquista celeste, el Celta ha hecho un cambio por norma en el once por partido, salvo en la visita de la Real y al Wanda, que fueron dos (por lesiones y sanciones) y poco a poco Escribá ha ido encajando las piezas. Frente al Villarreal comenzó a darle vueltas a la defensa. Fue el día del debut de Olaza, que entró y se ha instalado en la titularidad. Aquella fue la última vez que Costas y Hoedt partieron como pareja de centrales. Ante la Real el preparador céltico encontró a su cuarteto defensivo preferido, inalterable desde aquella fecha.

La medular y el ataque, desde entonces, solo ha sufrido alteraciones por lesiones o sanciones. Primero Jozabed suplió a Brais, luego entró en danza Emre Mor en el Wanda Metropolitano, igual que Boudebouz, que accedió al once por la sanción de Aspas y finalmente el internacional con Argelia se ha quedado en un equipo en donde Okay, Lobotka, Maxi, Aspas y Boufal parecen intocables. Todo, con el 4-4-2 por bandera salvo ligeros ajustes.

Con este panorama parece difícil pensar en una revolución para Cornellá aunque el técnico comentó que hasta final de temporada todos los integrantes del plantel tendrían su protagonismo.

Por eso no sería de extrañar que repitiese con los diez jugadores que iniciaron el partido del sábado de inicio mañana en Cornellá con la incógnita de saber cómo resolverá el técnico la ausencia de Boufal. La lógica invita a pensar en Pione Sisto, pero el momento del danés y los últimos movimientos, indican que Hjulsager puede estar un paso por delante en el escalafón de Escribá. La opción de Emre Mor parece descartada al continuar en el parte médico, aunque ayer hizo entrenamiento con el grupo. La tercera vía pasaría por un cambio de sistema (en donde podría tener cabida Fran Beltrán) o por ubicar en esa zona a Mathias Jensen como hizo en su día Cardoso en los partidos ante el Alavés y el Eibar a domicilio.

Al margen de contar con una formación definida, el técnico celeste también ha prestado especial atención a dar minutos y convocatorias a la totalidad de la plantilla para buscar el máximo de implicación.