Iago, un salvoconducto hacia el éxito

Pichi Lucas

GRADA DE RÍO

Celta-Girona el 20 de abril del 2019
Celta-Girona el 20 de abril del 2019 Óscar Vázquez

22 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Iago Aspas ha sido el punto de inflexión para el Celta, la prueba de que por mucho que el fútbol sea un deporte colectivo y se pueda pensar que no hay jugadores decisivos por sí solos, a veces sí hay futbolistas prácticamente imprescindibles.

Con él el equipo muestra una cara completamente distinta, otra versión mucho mejor de sí mismo. Todos sus compañeros han notado para bien el regreso de Iago por lo que genera, lo que transmite también en la afición e incluso por lo que crea en el adversario. Impregna una ilusión al entorno que ha contribuido a cambiarlo todo y que la situación actual no tenga nada que ver con lo que se vivía hace unas semanas.

Siempre piensas que un jugador como él, aunque venga de tres meses parado, va a traer aire fresco al equipo y va a ser una buena noticia. Pero una cosa era eso y otra llegar y marcar seis goles en cuatro partidos que cambian completamente la dinámica del equipo. No es que haya cumplido las expectativas, que eran altas porque todo el mundo se agarraba a su vuelta, sino que las ha superado con creces.

La clave de Iago es el desparpajo con el que hace todo, con convencimiento de que será eficaz y que a día de hoy sigue divirtiéndose jugando. A eso hay que sumarle que está en el club que le dio la oportunidad de vivir del fútbol y da la impresión de que él eso ni lo olvida ni lo va a olvidar nunca. Está en su hábitat natural, en su casa, con su gente, donde se siente cómodo.

Eso le ha convertido en uno de los mejores delanteros de Europa y un salvoconducto para el éxito del Celta.