Xoel, el niño fan del Celta que emocionó al fútbol, se mira en el espejo de Sergio Álvarez

GRADA DE RÍO

Santi M. Amil

El portero prebenjamín de la EDC Xinzo lloró porque «estaba muy contento por el triunfo del Celta sobre la Real»

11 abr 2019 . Actualizado a las 21:40 h.

Unos segundos de televisión fijaron el foco mediático sobre Xoel Dobaño Fernández (Xinzo de Limia, 2011). El portero prebenjamín de las Escolas Deportivas Concello de Xinzo de Limia acudió que el pasado domingo a Balaídos, para ver el Celta-Real Sociedad, junto a medio centenar de sus compañeros de club. Las cámaras de El Día Después, el programa de Movistar Plus, captaron la pasión con que el pequeño vivió el encuentro, hasta el extremo de que terminó derramando lágrimas cuando se hizo realidad la victoria celeste.

«Lloré de alegría, estaba muy contento por el triunfo del Celta sobre la Real, quería que ganara y por eso estuve animando todo el partido», explicaba el niño en su propio terreno, en el sintético de A Moreira, donde se entrenó ayer con su monitor, Óscar Cabrera: «Siempre ha sido muy expresivo y cae bien entre sus compañeros. Ya vivimos un episodio semejante cuando le ganamos al Pabellón en la liga. Era la primera vez que alguien los superaba y, al terminar, lloró él de alegría y le siguió el resto del equipo». Una anécdota que reafirmaba Dani Fariñas, otro de los técnicos de la escuela, antes de señalar: «Todos conocen a Xoel en Xinzo y casi siempre está cerca de una pelota de fútbol».

Y además le gusta todo lo que tenga que ver con el deporte: «También es divertido el baloncesto, pero ahora vengo del fútbol sala, donde jugaba adelante. Cuando empecé en el campo grande, ya me puse de portero y me gusta más». Aunque un tío materno intenta convencerlo de que se haga seguidor del Dépor, el prometedor arquero tiene dos espejos en los que se mira de modo habitual: «El que más me gusta es Sergio, aunque ahora juega Rubén Blanco y es muy bueno también. De los delanteros el mejor es Iago Aspas, por supuesto».

Otra devoción de Xoel, como buen limiano es la ligada al entroido y al personaje ancestral de los festejos en Xinzo: «Soy pantalla desde los dos añitos, es un sentimiento». En A Moreira, en todo caso, toca fútbol como sucedió el fin de semana en Balaídos, donde bajó al césped durante el calentamiento y solo se perdió la oportunidad de hacerse una foto con los futbolistas célticos, porque cayó una inoportuna tromba de agua. Esta vez, con lluvia y todo, se quedó peloteando con sus compañeros e incluso le paró unos tiros a su padre, Óscar. En su liga van segundos, pero «aún podemos acercarnos un poco más al líder». A disfrutar.

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