La receta de la salvación según Iago Aspas y Hugo Mallo

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Los canteranos piden al celtismo que «siga apoyando como hasta ahora» y destaca que la afición del Celta «nunca falla»

28 mar 2019 . Actualizado a las 21:19 h.

Los célticos, capitanes del equipo y símbolos del club vigués Iago Aspas y Hugo Mallo han enviado un mensaje a la afición a través de los medios del club. Los dos futbolistas analizan el momento actual y también evocan la salvación del descenso a Segunda B con dos goles de moañés hace casi diez años, un momento que el Celta señala como el principio de la Reconquista que ahora buscan para el sábado frente al Villarreal.

Aspas, que hoy ha recibido el alta, pide al celtismo que «siga apoyando como hasta ahora» porque les espera «un partido importantísimo por delante» que sacarán adelante «todos juntos». Hugo añade que «la afición del Celta no ha fallado nunca en las noches importantes cuando está en juego el infierno, siempre están ahí», algo que da por hecho que también harán en esta ocasión.

Para el primer capitán, la receta para salir airosos del reto que ahora enfrentan es «la unión, el sacrificio, el compañerismo», señalando la importancia de estar pendiente «del de al lado» aparte de uno mismo. «Es difícil, es una carrera de fondo. Hay que tener la cabeza fría», considera. Reconoce que no se contaba con estar en esta situación, pero apela a que «los años de experiencia» que acumulan jugadores como ellos dos deben ayudarles «a alcanzar el objetivo desde la humildad y el trabajo».

También Aspas habla de que «las mil batallas» que ha afrontado como celeste tanto desde su vuelta como antes deben servirles. «Tenemos que estar con la cabeza fría en el terreno de juego y la gente apoyando los 90 minutos». Los dos inciden en la importancia de ayudar a los más jóvenes. «Yo lo fui como ellos y me tocó vivir situaciones adversas en las que tenía a veteranos que me apoyaban», recalca.

Además, ambos recuerdan el partido de la salvación ante el Alavés en el 2009 del que el moañés fue el gran protagonista. «Fue un día inolvidable que quedará para el recuerdo. Estaba concentrado en entrar al campo y nervioso en se momento en que vas de calentar a ponerte la camiseta en el banquillo, pensando en intentar lo que me habían mandado». Hugo destacó que «un chaval de la casa llamado Aspas cambió el partido y quizá la vida del club».