Escribá arranca sin margen de error

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Las derrotas de Rayo y Huesca convierten en vital el duelo de un Celta que estrena tercer técnico

10 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fran Escribá entra en escena como el último salvavidas del Celta. Lo hace en un momento tan decisivo como de máxima dificultad y con la posibilidad de tomar aire con respecto al Rayo, que ayer cayó derrotado en el Camp Nou, y el Huesca, que hizo lo propio en Getafe. Curiosamente los dos comenzaron ganando sus partidos y dejaron constancia de que están muy vivos, algo que debe demostrar esta mañana el cuadro vigués en Balaídos en un encuentro clave para su futuro ante un Betis con dudas.

El técnico valenciano, el tercero de la temporada para el Celta, tiene en el equilibrio el objetivo a conseguir para reconducir la situación celeste. Escribá quiere un Celta reconocible, que intente construir con el balón en los pies, pero que al mismo tiempo no se desnude por atrás como ha sucedido en infinidad de ocasiones.

El primer paso práctico de la declaración de intenciones será volver a la defensa de cuatro unidades después de que la apuesta por el quinteto en la retaguardia de Ipurua fuese un desastre completo. Renunciar a la esencia a cambio de nada.

Partiendo de la imposibilidad de confeccionar el 1-4-4-2 predilecto del nuevo entrenador, la opción más factible es construir al Celta a partir de un 1-4-2-3-1. Eso implica prescindir de un central con respecto al último partido, lo que podría llevar a David Costas a un banquillo en donde solo habrá un futbolista de retaguardia. De confirmarse la suplencia del chapeleiro Escribá quedaría sin el central más rápido de todos.

En el centro del campo, la lógica invita a pensar que el músculo de Okay y la calidad de Lobotka pueden maridar en un doble pivote que debe combinar posesión y músculo ante un rival que tendrá superioridad numérica por dentro y al que le encanta tener el balón. El turco y el eslovaco necesitan el apoyo de los tres mediapuntas, una posición en donde Brais parece el más fijo. Boudebouz, que fue descartado para el partido ante el Eibar, podría vivir su segunda titularidad en Balaídos ante el equipo que le tiene cedido y que no incluyó la cláusula del miedo en el contrato de préstamo. Boufal, que tampoco salió de inicio en los dos últimos partidos es la principal opción para el lado izquierdo, porque aunque Pione Sisto volvió a la convocatoria su poco ritmo de juego le resta opciones para ser de la partida.

En ataque, Escribá no podrá jugar con dos delanteros como le hubiera apetecido y tendrá que conformarse con poner a Maxi Gómez como única referencia.

El Betis, un equipo con una inversión de lo más respetable a nivel económico, no tiene las urgencias clasificatorias del Celta, pero la eliminación de la Europa League y quedarse fuera de la final de la Copa del Rey del Benito Villamarín ha dejado una sensación extraña en el ambiente que solo se corrige asegurando el billete continental para el próximo curso algo que los verdiblancos tienen a tiro aunque por el momento están fuera en la clasificación. Barragán y Júnior Firpo son las únicas bajas y Setién no incluyó en la lista a Sergio León, un delantero que pretendió el Celta en el mercado invernal.