Ocasión para tomar distancia

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Los resultados de la jornada dan la opción al Celta de abrir una pequeña brecha si gana en Ipurua

03 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La jornada le brinda al Celta la oportunidad de tomar distancia con el drama. Las derrotas de Villarreal y Rayo Vallecano no solo le aseguran evitar la zona roja una semana más, sino que le posibilitan la opción de coger hasta cinco puntos de margen si es capaz de ganar esta mañana en Ipurua ante un Eibar situado en zona cómoda. Incluso, esa hipotética victoria le permitiría superar en la tabla al Valladolid, que ayer perdió en Cornellá. Una excelente oportunidad para ganar tranquilidad pero un reto de lo más complicado teniendo en cuenta que el Celta solo ganó dos partidos a domicilio esta campaña y que el Eibar es uno de los equipos más sólidos en su feudo, en donde solo vencieron el Huesca y el Sevilla, ambos en los albores del curso.

Para conseguirlo, todo apunta a que Miguel Cardoso continuará con la defensa de cinco que puso en práctica en Mendizorroza y que parece haberle dado consistencia a un equipo que se desangraba por los goles encajados y que repetir el once, algo nada habitual, es una opción de lo más real.

Para comenzar, la línea de cinco queda inalterable en un día en donde la tripleta de centrales (Costas, Araujo y Hoedt) no tienen licencia para perder la concentración ni un solo momento. Porque Ipurua es sinónimo de ida y vuelta y de intercambio de golpes, pero también de centros caídos del cielo y de fútbol en las áreas. Para intentar cortar la tendencia desde las bandas, Hugo Mallo y Juncà deben estar más metidos que nunca porque los armeros, con dos virtuosos como Orellana y Cucurella, sacan centros de la nada. En el auxilio de las baterías antiaéreas debe llegar Okay, que recibió un golpe en Vitoria pero que trabajó toda la semana con plena normalidad y que quizás en esta ocasión esté más cerca de la línea defensiva, con respecto a Mendizorroza, en detrimento de Lobotka.

Y si la defensa vuelve a funcionar -lo de hoy es una reválida de altura- la asignatura pendiente ahora es recuperar el colmillo en ataque, en donde el Celta se ha hecho poco menos que invisible. De entrada todo indica que mantendrá la apuesta por Maxi Gómez como único delantero y que Brais y Jensen (con alguna opción para Boufal) serán lo más parecido a sus acompañantes.

La gran diferencia con respecto a la semana pasada es que el Eibar no esperará acontecimientos, sino que presionará alto y morderá la salida de balón del Celta, que cada vez hace menos ascos a la salida en largo para evitar complicaciones. Y hoy parece un día para incidir en la idea.

Y pese a la dificultad de jugar en Ipurua, el Celta goleó en el recinto armero la temporada pasada y también ganó en Copa. De hecho, los cinco últimos enfrentamientos entre ambos en los dos últimos años cayeron del lado celeste.

Una estadística que se encontrará con la fiabilidad del Eibar en Ipurua, en donde no cae desde finales de septiembre pasado ante el Sevilla, aunque a lo largo de estos nueve partidos cinco finalizaron en empate.

Para la contienda Mendilibar espera recuperar a dos de sus hombres fuertes: el portero Dmitrovic y el central Ramis. El excéltico Charles, con doce goles, se ha convertido en la principal amenaza.