Maxi, ante la hora de brillar sin Iago Aspas

La Voz

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

De los 26 goles del charrúa en el Celta, solo tres fueron conseguidos sin el moañés, el 11,5 %

23 feb 2019 . Actualizado a las 16:20 h.

El Celta tiene que olvidarse de Iago Aspas al menos durante un mes más. Ahora le toca agarrarse a Maxi Gómez, pero el charrúa, que hoy regresa al once tras cumplir el partido de sanción, debe aumentar su producción sin el moañés en el campo, ya que de los 26 goles que ha marcado en liga desde que llegó a Vigo, solo tres los firmó como única referencia ofensiva. Incluso en esta fase desde la lesión del 10 en el Camp Nou solo ha anotado un gol y además de penalti, en Vallecas.

La campaña pasada en su debut en el fútbol europeo Maxi Gómez marcó 17 goles. En 15 de ellos compartió verde con Iago Aspas y solo anotó siendo el único tenor ante el Valencia y el Deportivo, ambos en Balaídos y con el 1-1 como resultado final. Ante el conjunto ché lo había hecho en estrategia, al cabecear un falta, y ante el cuadro coruñés fue de espaldas a portería, también de cabeza, y tras una mala salida de Rubén Martínez. Esos dos partidos se jugaron en la recta final del campeonato y cuando Iago apuraba su puesta a punto para llegar al Mundial de Rusia. Entonces apenas estuvo un mes sin su escolta.

Ahora la situación es distinta. Maxi Gómez ya acumula siete partidos sin su socio de delantera (en Getafe no coincidieron en el campo) y durante este tiempo solo ha sido capaz de marcar un tanto, el conseguido en Vallecas desde los once metros. Este dato confirma que su producción también se ha estancado, porque después de marcar en las 17 primeras jornadas siete en las siete siguientes solo ha anotado uno.

De esta forma la estadística dice que el internacional con Uruguay marca el 88,4 de sus tantos con Iago Aspas en el campo y solo el 11,5 sin él, una tendencia que está obligado a romper desde hoy mismo en su regreso al once tras la expulsión padecida en el Coliseum. Porque con Iago al lado aparecían los espacios, los centrales tenían más delanteros a los que atender y porque los dos atacantes se habían complementado bien desde que Unzué había encontrado la fórmula de hacerles coincidir en el once sin que Iago se perdiese en la banda.

Reválida

Los próximos 14 partidos, puede que los últimos en el Celta tal y como se están desarrollando los acontecimientos, se presentan como un reto mayúsculo para Maximiliano Gómez, que expresó en la intimidad su compromiso de dejar al equipo vigués en Primera y que ahora debe refrendarlo en el campo. Debe aprender a vivir en solitario, con un socio que no tenga el área rival en la cabeza, y siendo la única referencia para un juego de ataque cada vez más escuálido. Y si hasta el momento el Celta ha malvivido del balón parado, ahí el charrúa es una pieza muy a tener en cuenta, tanto para el remate como para arrastrar rivales.