El pánico a un segundo cambio de técnico puede indultar a Cardoso

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

La cúpula del Celta sostiene al portugués para evitar transmitir una sensación de fracaso total

18 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Miguel Cardoso puede tener una vida más en el Celta pese a su racha de una victoria en ocho partidos. El luso dirigió ayer al equipo en A Madroa y todo indica, salvo sorpresa, que continuará en el cargo al menos hasta el partido del sábado en Mendizorroza ante el Alavés. El motivo, que la cúpula del Celta tiene pánico a lo que podría significar un segundo cambio de entrenador en una temporada y prefiere agotar todas las posibilidades con el segundo inquilino del banquillo, que además goza del apoyo de una parte importante de los futbolistas del plantel.

Sin embargo la tarea para que Cardoso supere el trance parece complicada teniendo en cuenta que Iago Aspas recayó de su lesión, que el Celta ya tiene a dos equipos de la zona de descenso a un punto después del triunfo contundente del Villarreal sobre el Sevilla y sobre todo que le esperan dos partidos a domicilio consecutivos ante rivales aguerridos como Alavés y Eibar.

Después de la debacle del sábado ante el Levante, que llegó lleno de problemas y se fue arrasando de Balaídos, todo parecía indicar que las horas de Miguel Cardoso al frente del banquillo del Celta estaban contadas, pero el panorama cambió en la jornada del domingo. Porque más allá de encontrar un sustituto de garantías (el nombre de Fran Escribá volvió a aparecer sobre la mesa) el gran temor en la cúpula de A Sede es que un nuevo cese pueda provocar el efecto contrario. Que un tercer técnico llene todavía más de incertidumbre al plantel y a los aficionados, interpretando que un último intento de continuidad se puede entender como un guiño a la tranquilidad en un año de zozobra. Además, la destitución de Cardoso también sería una manera de aceptar el fracaso total que ha supuesto esta temporada, algo que ya parece asumido en los intramuros del inmueble de la rúa Príncipe.

Quizás por eso, el Celta haya movido ficha para que el técnico luso comience a preparar el partido ante el Alavés con la consigna de que el equipo debe hacerse más fuerte en la zona defensiva, lo que podría derivar en el regreso de la defensa de cinco futbolistas. Para ese partido, además, ya podrán contar con Maxi Gómez al haber cumplido el partido de sanción. El charrúa a día de hoy y hasta nuevo aviso es el único delantero que tiene el equipo.

La decisión de darle una vida más, si al final se concreta, goza del beneplácito de la plantilla, que le mostrado su apoyo al portugués en público y en privado. Brais lo hizo sin dilación nada más acabar el partido del sábado. «Estamos a muerte con Cardoso», dijo el de Mos pese a tener que pasar por el trance de jugar de delantero ante el Levante. Hugo Mallo, el capitán, con quien ayer tuvo un largo aparte, también destacó en más de una ocasión el método de su actual técnico.

Carlos Mouriño, que tiene la última palabra, estuvo ayer en Barreiro viendo al Celta B acompañado de varios de sus consejeros. Como es habitual el club no se ha pronunciado a nivel oficial.