El primer paso hacia la victoria del Celta lo brindó la afición con su recibimiento a los jugadores
03 feb 2019 . Actualizado a las 00:27 h.Como si hubiera estado programada para la misma hora que el recibimiento, la lluvia hizo acto de aparición en Balaídos a las 18.45, el momento en que las peñas habían convocado a la afición. «¿Y si llueve qué?», comenzaron entonces a entonar los allí presentes mientras se subían las capuchas y alguna bandera pasaba a proteger alguna cabeza. Pero la mayoría siguieron ondeando al compás de las gargantas de las decenas de celtistas que acudieron a la llamada. No faltaron las bengalas ni los cánticos de siempre. Fue un doble recibimiento con parte de los celtistas en la zona de Gol y el resto en Tribuna, donde se bajaban los jugadores. Fueron varios los que, impresionados con lo que acababan de vivir, saludaron a la hinchada y tuvieron gestos de agradecimiento por el primer impulso que les acababan de dar.