Un central precoz que quiere el balón a sus pies

L.G.C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

IAN WALTON

Jairo Riedewald se describe a sí mismo como un futbolista que vive a través de la pelota

16 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 22 años y su ADN lleva la marca del fútbol de posesión, control y velocidad que identifica al Ajax. A la cantera del club de Ámsterdam llegó Jairo Riedewald en el 2007 cuando era apenas un crío, y allí continuó hasta que en el verano del 2017 puso rumbo al Crystal Palace. En las filas del equipo de la Premier no encontró su sitio y el Celta puede convertirse en su nuevo destino.

Con su 1,82 metros, Jairo es un defensa central que actúa por el perfil zurdo y que puede hacer las veces de lateral cuando la situación lo requiere. Tiene una sensibilidad especial para salir con el balón jugado y seguridad en el pase, si bien le cuesta más el uno contra uno. Quizás por ser todavía joven, o quizás por haberse enfrentado a un parón en su progresión. «Soy un jugador al que le gusta tener la pelota en mis pies y mirar para jugar el balón hacia adelante. Me siento cómodo dando pases cortos y largos. Disfruto avanzando desde atrás con la pelota y el poder de mi juego es tener el esférico a mis pies», se definía a sí mismo cuando llegó al club inglés.

Riedewald fue un futbolista precoz. Su capacidad de aprendizaje y su jerarquía hicieron que quemase etapas en el Ajax a la velocidad de la luz. Tanto, que con 17 años Frank de Boer, su gran valedor, le hizo debutar con el primer equipo. No se estrenó como central, sino como lateral zurdo, disputando diez minutos frente al Roda y protagonizando el encuentro perfecto: marcó dos goles. Verle entrenar con el grupo de la Eredivise era habitual, y esa campaña, la 13/14, disputaría otros cuatro encuentros. En los cursos siguientes continuaría alternando el filial y la primera holandesa, hasta que en el verano del 2016 se convirtió a todos los efectos en jugador del primer equipo, con Peter Bosz como entrenador.

Fue esa campaña cuando Jairo se enfrentó al Celta en la Europa League. Visitó Balaídos, pero no llegó a jugar, y en la vuelta participó en el Amsterdam Arena los 90 minutos. Acabaría siendo subcampeón del torneo continental.

Con 20 años y 93 partidos en la Eredivise, el Crystal Palace de De Boer el reclamó y el central se marchó a la Premier a cambio de nueve millones. Era un fichaje del entrenador neerlandés, y cuando este, tras cinco partidos, dejó el cargo, Jairo se dio de bruces con el estilo de juego de Rob Hodgson, que apenas le ha utilizado, lo que hace que el central busque ahora una salida.