Las apuestas arriesgadas del banquillo, bajo la lupa

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Carlos Mouriño no ha dado con la tecla en la elección de técnicos desde el adiós de Berizzo

13 ene 2019 . Actualizado a las 22:03 h.

Casi dos años después de su marcha, nadie mejora a Eduardo Berizzo en el banquillo. Quizás el puesto de entrenador sea en donde más tumbos ha dado el Celta en los últimos tiempos. Porque a la vista de los resultados, Carlos Mouriño no ha dado con la tecla con su apuesta por técnicos que tenían en el conjunto vigués su primera gran alternativa.

Unzué tuvo la oportunidad de asentarse como primer entrenador después de una larga etapa a la sombra de Luis Enrique, pero pasó por Vigo con más pena que gloria dejando al Celta en la décimo tercera posición y sin ser un candidato real a Europa en ningún momento de la temporada, salvo contadas excepciones.

El Turco Mohamed fue la apuesta de máximo riesgo y salió mal. El argentino no conocía el fútbol europeo y sus métodos no estaban acordes con el momento actual del fútbol. Perdió la brújula y acabó convirtiéndose en uno de los entrenadores más efímeros de la historia celeste (12 partidos).

Pero Miguel Cardoso no mejora a ninguno de los dos. Metódico y avalado por su temporada en el Río Ave, no ha conseguido dotar al equipo de los mecanismos necesarios para que mantenga su personalidad en el juego combinativo y tapone la sangría defensiva.

Desde que llegó al Celta el portugués solo ha sido capaz de ganar dos partidos (a Huesca y Villarreal) pero a cambio acumula ahora tres derrotas consecutivas y un punto de los últimos doce disputados. Los célticos no encadenaban tres reveses consecutivos desde abril de 2017, cuando la Europa League acaparaba todos el interés celeste.

Ahora el técnico portugués tiene la responsabilidad de cambiar el rumbo y llevar al Celta a territorio tranquilo cuanto antes. De no conseguirlo, y vivir un año de zozobra, quizás la teoría de un entrenador contrastado continúe ganando adeptos.