Al Celta solo le faltó el gol

Xosé R. Castro

GRADA DE RÍO

El buen partido del cuadro vigués ante el Leganés se vio condicionado por la falta de acierto

16 dic 2018 . Actualizado a las 22:04 h.

Por difícil que parezca hablando del segundo realizador de la competición, al Celta del último partido del año en casa solo le faltó el gol. Salió muy enchufado, fue mejor que el Leganés, que se pasó el partido defendiéndose, pero no acertó en ninguna de las oportunidades, algunas abortadas por un inmenso Cuéllar, y tuvo que conformarse con un empate que le impide hacer una visita a las plazas europeas.

El Celta entró de maravilla al partido con el Leganés. Con el mismo once de los dos encuentros anteriores, tocando el balón, viviendo en campo contrario (con picos de 80 % de posesión), llegando a los dominios de Cuéllar y con los centrales desplegando su mejor versión en el repliegue. Todo pintaba a favor en ese inicio, pero a la tropa de Cardoso le faltó lo más importante: ocasiones claras y puntería. Las dos más diáfanas ni requirieron del esfuerzo del portero pepinero. En la primera un potente cabezazo de Maxi Gómez no cogió portería y en la segunda Boufal hizo un triple recorte delicioso desde la frontal del área hacia dentro, pero el VAR -consultado por Munuera Montero, con quien el Celta sigue sin ganar- descartó que su caída ante Cuéllar fuese merecedora de penalti.

Ese lance activó los trabajados mecanismos defensivos de un Leganés que comenzó a cerrarse mejor, a vivir en campo propio con las líneas muy juntas, impenetrables para un Celta con mucho balón pero con menos profundidad que en el arranque. Los madrileños además, enviaron un par de avisos con desplazamientos a la espalda de los centrales que tuvieron la mejor respuesta de Araujo y David Costas. No obstante su mejor ocasión llegó a balón parado con un centro lateral que remató Mikel Vesga y que salió fuera por muy poco.

En el segundo tiempo todavía se incrementó más el dominio del Celta y el Leganés todavía reculó más. Entonces se sucedieron las oportunidades y también algún susto. Porque de una bicicleta sin remate de Iago Aspas se pasó a un tiro a bocajarro de En Nesyri que despejó Rubén Blanco con un paradón.

Superada la hora de juego, el partido pasó a disputarse en una franja de 30 metros. Salvo Rubén, todo el Celta se plantó en campo contrario con los laterales en el pico del área y con lo centrales en posición de tres cuartos ofensivos. La apuesta provocó una retahíla de oportunidades ante un Leganés que sufría pese a su excelente colocación. Así llegó un tiro ajustado de Brais, un centro de Maxi que Aspas no pudo rematar y especialmente un virulento cabezazo del charrúa que se estrelló en una cruceta a la que Cuéllar terminó regalándole un beso.

La ofensiva no se detuvo aquí. Con el equipo volcado y con Pione Sisto en el campo para buscar todavía más profundidad, Brais y Aspas probaron fortuna de nuevo, a Beltrán se le fue un disparo con comba por centímetros y el danés estrelló un balón franco en un defensa. Parecía imposible que el Leganés no cayera de maduro, pero no lo hizo. Ni cuando Brais se encontró con un balón rebotado de un defensa que el portero visitante sacó con una mano a escasos centímetros.

Y como mandan las leyes del fútbol, en una contra los pepineros hasta pudieron ganar, pero En Nesyri disparó alto. Hubiese sido un castigo superlativo, porque con el fútbol en la balanza, el empate no alcanza ni la categoría de mal menor. El Celta ha encontrado el camino y ahora debe recuperar su seguro de gol.

Ficha técnica:

0 - Celta de Vigo: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Costas, Araujo, Juncá; Brais Méndez, Okay, Jozabed (Beltrán, min.61), Boufal (Pione Sisto, min.70); Aspas y Maxi Gómez.

0 - Leganés: Cuéllar; Juanfran, Bustinza, Omeruo, Siovas, Silva; Vesga, Gumbau, Óscar (Ojeda, min.85); Carrillo (Eraso, min.79)y En Nesyri.

Árbitro: Munuera Montero (colegio andaluz). Amonestó a Maxi Gómez y Costas por parte del Celta de Vigo, y a Vesga, En Nesyri por parte del CD Leganés.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimosexta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 15.134 espectadores.