Dos triunfos seguidos y victoria a domicilio tres meses después

MÍRIAM V.F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Domenech Castelló

El Celta no encadenaba dos encuentros ganados desde principios de septiembre

09 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta consiguió ayer encadenar dos victorias consecutivas por primera vez en la era Cardoso y segunda en la temporada. Tras vencer la semana pasada al Huesca en Balaídos, los celestes lograron los seis puntos de seis posibles al vencer en casa del Villarreal, un éxito que no lograba desde las jornadas 2 y 3, cuando con Mohamed todavía al frente del equipo, los vigueses vencieron al Levante a domicilio -hasta ahora era la última y única victoria fuera- y al Atlético de Madrid en casa.

Pero no todo fueron noticias positivas ayer en el Estadio de la Cerámica. Porque cuando el partido parecía más que decantado con un 0-3 a favor, un error de Rubén propició que el conjunto de Javi Calleja recortara distancias y casi acto seguido concedió un tanto más. Esto supone que el equipo lleva desde la jornada 19 de la pasada campaña encajando al menos un gol en cada partido disputado como visitante.

La última vez que los celestes no encajaron lejos de Balaídos fue el 14 de enero de este año, en la visita al Levante en la que se impusieron por la mínima (0-1) con un gol de Pione Sisto. «Estamos contentos, pero nos meten esos dos goles y te jode, porque para los defensas la portería a cero es importante», admitió el central David Costas, aunque subrayando que pese a ese lunar se iban contentos con el resultado y con sumar los tres puntos.

También el técnico del Celta, Miguel Cardoso, se refirió al hecho de haber recogido dos balones de su portería en un encuentro que parecía controlado. «Con 0-3 nadie va a pensar que el partido puede cambiar, pero hay que comprender por qué lo ha hecho», reflexionó. Y ese porqué reside, según el luso, en «el control de las emociones». «Los comportamientos son el resultado de lo que pensamos y hay que pensar las cosas correctas en los momentos correctos para que salga bien. No siempre hemos sido capaces», reconoció como explicación a lo sucedido.

De todas maneras, Cardoso prefirió quedarse con lo positivo, la manera de reaccionar a los errores más allá de haberlos cometido. «La actitud fue fantástica ante un rival que peleó hasta el final. No era fácil ante un equipo de gran valía», concluyó.