Un «staff» que nació en las aulas

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Miguel Cardoso ha llegado al Celta con cuatro colaboradores que responden a un perfil joven y a una vasta formación, muy en consonancia con el técnico

22 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen quienes le conocen que Miguel Cardoso es un adicto al fútbol, un deporte que ha conseguido convertir en su profesión y que venera. Y lo mismo le sucede a los compañeros de viaje que ha elegido para su aventura balompédica en el Celta. El técnico luso, que cuenta con Nando Villa, un hombre de la casa, como preparador de porteros, llegó a Vigo con cuatro asistentes más que respiran a través del balón y cuyo hilo conductor es la juventud y la formación. Dos aspectos que recuerdan al núcleo duro que en su momento importó Luis Enrique, y que está más distante del perfil que acompañaba a Mohamed. Queda por ver cuáles son los frutos.

Segundo entrenador

Un Einstein del fútbol

Solo tiene 33 años, pero Jorge Miguel Gonçalves Maciel cuenta ya con un bagaje importante en el mundo del fútbol. Es licenciado en Educación Física por la Universidade de Porto, fue reconocido durante tres cursos como el mejor estudiante en la especialidad de fútbol y es un defensor del aprovechamiento de la tecnología aplicada al balompié. Se mueve como pez en el agua en el mundo académico vinculado al deporte y uno de sus profesores en la universidad le definió como un pequeño Einstein por sus amplios conocimientos futbolísticos. La formación y la pasión le definen, al igual que a Cardoso. Maciel comenzó su andadura en los banquillos a través del fútbol base y en el 2010 dio el salto al balompié sénior y a otro continente. Se marchó Al Ittihad de Trípoli como segundo entrenador, y de allí puso rumbo al Al Dhafra de Emiratos y al Senat Naft iraní. En la campaña 13/14 compró un billete de vuelta a Portugal al incorporarse al Beleneses, donde estuvo otro año más, pasando más tarde por el Arouca y respondiendo a la llamada de Cardoso cuando fichó por el Río Ave. Le siguió en el Nantes y ahora en el Celta.

 Preparador físico

Especialista en prevención

 A sus 37 años, Antonio Manuel Calado Barreiros será el responsable de poner a punto la parcela física de la plantilla celeste. El currículo público del luso arranca en el Braga allá por la temporada 13/14 como readaptador físico, una tarea que desempeñaría dos temporadas en el club de su ciudad para dar paso más tarde al Río Ave, al que llegó en el 2015 y en el que luego comenzaría a trabajar con Miguel Cardoso. Cuando el técnico portugués hizo las maletas en dirección al Nantes, Calado le acompañó, como ahora en Vigo. Formado en Ciencias del Deporte por la Universidad de Porto, cuenta en su currículo con varios máster, uno de ellos versa sobre las lesiones. En el Río Ave, donde ha desarrollado buena parte de su trabajo, su misión era «el desarrollo de programas individuales y colectivos de capacitación en prevención de lesiones y fuerza; rehabilitación física y deportiva posterior a la lesión», así como el control y el seguimiento de las cargas del entrenamiento, tal y como reza su perfil en una red profesional. Además, fue uno de los impulsores de una empresa especializada en desarrollar productos de evaluación, rehabilitación y mejora del rendimiento para el entrenamiento atlético. Es un estudioso de la parcela física que ahora pondrá a prueba sus conocimientos en el Celta.

 Analista

Horas y horas de observación 

Con tan solo 22 años, Francisco Bacelar Costa se ha convertido en el integrante más joven del cuerpo técnico de Cardoso. Su función es la de analista, una tarea que ya desempeñó en el Río Ave a las órdenes del hoy técnico celeste. En la campaña 17/18 ejerció como observador de rivales en el club luso, aunque su interés por el fútbol viene de lejos. En el 2015 inició en la Universidad de Porto sus estudios en Ciencias del Deporte y sobre sus jóvenes espaldas descansan horas y horas de visualización de partidos y análisis. Su especialidad es la observación de los rivales y ese será su papel en el Celta.

 Técnico ayudante

Un hombre de fútbol

Nuno Miguel de Paiva Baptista, a sus 42 años, es el ayudante más veterano de Cardoso y también el que tiene un perfil más diferente. Su vínculo con el fútbol comenzó sobre los terrenos de juego. Jugó como mediocentro hasta el 2002, cuando colgó las botas en el Canedo. Pero eso no supuso desvincularse de un deporte que declara su pasión. Se integró en la base del Porto como recuperador físico y más tarde daría el paso al balompié sénior. De la mano de Domingos Paciencia, en el 2015 se incorporó al Apoel, pero al curso siguiente ficharía como observador por el Río Ave, donde un año más tarde se encontraría con Cardoso, quien le encomendó la preparación física, aunque ahora ejercerá de técnico ayudante. En el currículo de Baptista también está una experiencia en el fútbol de árabe, concretamente, en el Al-Ahli Jeddah.