Cardoso pide «sensibilidad»

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El trabajo defensivo fue protagonista en la primera sesión a puerta abierta del nuevo entrenador

20 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En A Madroa ya no se escucha acento argentino. Ha dejado paso a un deje portugués más animoso y vital que sale de la garganta de Miguel Cardoso y sus ayudantes. El luso quiere un Celta coreográfico. Un equipo que dance al unísono y que sea inteligente. Esas son las pinceladas que dejó entrever en su primer entrenamiento en abierto desde que asumió el bastón de mando. Cerca de hora y media duró la sesión vespertina, la segunda del día, en la que el técnico portugués dirigió a una veintena de futbolistas, varios de ellos del filial -Dennis, Fran Vieites, Alex Serrano, Dani Vega y Jose Fontán-, y del juvenil A - Losada, Santi y Nacho-, y en la que todavía no aparecieron los internacionales. Sí estuvo el director deportivo del club, Felipe Miñambres, como espectador en una sesión incompleta en cuanto a efectivos, pero que sirvió para ver que las diferencias entre Cardoso y su predecesor son notorias.

el estilo

Activo e implicado

Al contrario que Mohamed, que durante los entrenamientos era casi un espectador, Cardoso lleva la batuta en las sesiones. Se implica, da órdenes, motiva y corrige de forma colectiva e individual. Asume la voz cantante y el peso del trabajo, aunque sus ayudantes colaboran en la tarea. Ayer, sin ir más lejos, se le pudo ver dando las indicaciones oportunas en cada ejercicio y corrigiendo uno a uno a sus futbolistas en un intento de que todos supiesen con exactitud qué es lo que pretende. Cuando las explicaciones no estaban claras, directamente las interpretaba para que los jugadores las visualizasen.

la defensa

Trabajo coreográfico

El trabajo defensivo fue el gran protagonista de la sesión vespertina, quizás también porque casi no dispone de atacantes del primer equipo. Cardoso, mientras uno de sus asistentes dirigía a los jugadores de perfil ofensivo, se trasladó a la otra mitad del campo para adoctrinar a los zagueros y los centrocampistas defensivos. Primeramente el grupo ensayó los movimientos sin balón, mostrando sobre el césped una ola casi perfecta que se mecía de un lado al otro del campo, y luego repitieron la tarea ya con el balón en los pies.

la práctica

Defensas de cuatro

La última media hora de entreno fue la más intensa. El nuevo preparador quiso ver en acción a sus jugadores, así que les distribuyó para realizar ejercicios enfocados sobre todo a la defensa, el talón de Aquiles del equipo. Aunque fue rotando a los protagonistas, la primera zaga que situó estaba compuesta por Juncà y Kevin en los laterales, y Costas y Roncaglia en el centro. Luego dio entrada a Cabral y al canterano Fontán, y más tarde alteraría también los costados. Hugo Mallo y Mazan comenzaron ejerciendo en ataque, como carrileros.

la consigna

Un Celta inteligente

Durante el tiempo que la plantilla celeste puso en práctica el ejercicio a medio campo dictado por Cardoso, el hilo conductor fue la intensidad. El entrenador arengaba a sus jugadores y al término de cada acción les decía qué debían cambiar, mejorar o insistir. Les recordaba que un lateral siempre debe estar más abajo que el otro, les alertaba de cuestiones de presión y marcas y, sobre todo, les reclamaba inteligencia. «Nuestra idea es intentar jugar», dijo a sus futbolistas durante un impás, pero ante todo «hay que tener sensibilidad» para entender que en determinados momentos es mejor dar un pelotazo a arriesgar en exceso. Cardoso quiere un Celta jugón y listo, y así se lo hizo saber a sus muchachos, a los que recordó otras ideas ya trabajadas durante la mañana, como que fuesen agresivos a la hora de intentar abrir fisuras en la defensa rival, o cuestiones sobre movilidad y rapidez. Ya queda menos para ver al nuevo Celta.