Cardoso intensifica el trabajo para afrontar un mes clave para el Celta

X.R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Con seis partidos hasta final de año, el nuevo técnico empieza la semana con una doble sesión y planifica entrenamientos vespertinos hasta el jueves

19 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta comienza la cuenta atrás para la recta final de año, en donde le esperan seis partidos (cinco de Liga y uno de Copa) que deben clarificar su futuro. Miguel Cardoso, el nuevo técnico, parece consciente de ello y para esta larga semana (el equipo no juega hasta el lunes en Anoeta) ha planificado un ciclo de lo más intenso que comienza en la jornada de hoy con una doble sesión de trabajo, la tercera desde que llegó a Vigo.

Porque después de descansar tres días, los célticos están citados a las diez y media en A Madroa y repetirán a las cuatro de la tarde (en este caso en abierto) para proseguir después hasta el jueves con un único entrenamiento pero de carácter vespertino (todos desde las cuatro y el del jueves en Balaídos).

Todo apunta a que esta modificación nada habitual en la planificación del Celta obedece a la necesidad de ir integrando a la carrera a los internacionales que vayan llegando a Vigo. De hecho, hoy mismo podrían estar de vuelta Iago Aspas y Brais Méndez, ya que España jugó ayer el último amistoso y el martes ya estarán liberados Pione Sisto y Lobotka y el miércoles podría estar de vuelta Maxi ya que Uruguay juega el martes en París. Más puede dilatarse la llegada de Júnior Alonso, Boufal y Okay.

Porque el nuevo entrenador tiene que montar su equipo a la carrera partiendo de la base de que no contará con Hugo Mallo y Cabral en el próximo partido por sanción y está por ver el alcance de las lesiones de Araujo y Beltrán, mientras que Jensen continúa en el parte médico.

Al encaje de piezas le debe añadir la implantación de su idea de fútbol, que ha comenzado a esbozar la semana pasada pero que necesita de un tiempo para la asimilación. El portugués quiere posesión de balón, profundidad, ataque y un equipo más largo, además de un cambio profundo en el apartado táctico.

Este proceso de cambio no puede obviar la necesidad de resultados para que el equipo se posicione en una zona más lustrosa de la tabla y se despegue de un modo definitivo del furgón de cola y con un calendario que presenta dificultades: para comenzar son tres partidos de Liga fuera de casa en plazas complicadas como Anoeta, El Madrigal y el Camp Nou, mientras que por Balaídos pasarán Huesca y Leganés, dos equipos que en estos momentos ocupan plaza de descenso.

Además, el Celta de Cardoso no puede desatender la Copa del Rey, con un reto complicado ante la Real Sociedad después de haber empatado a un gol en el partido de ida. El torneo del ko siempre ha despertado la ilusión en Vigo y quedarse en la primera ronda sería una decepción que añadir a un inicio de temporada que ha pasado de ilusionar a generar muchas dudas.

Aunque suene a argumento recurrente lo que suceda este mes puede marcar en gran medida el resto del curso para el conjunto vigués. De persistir los malos resultados en Liga podría variar el objetivo de cara a la segunda parte del campeonato y quedarse fuera de la Copa sería un revés de cara al reparto de minutos de un plantel bastante largo y con jugadores protagonistas.