Perder, la consecuencia de los errores celestes

Julio Álvarez-Buylla

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

13 nov 2018 . Actualizado a las 09:04 h.

Hay quien considera el fútbol como un juego de errores en el que gana quien menos comete o quien es capaz de aprovechar mejor los cometidos por el contrario. El domingo el Celta cayó derrotado ante un Madrid que supo aprovechar mejor los errores del rival y que con pegada sentenció un partido más igualado de lo que el marcador final demuestra. Los vigueses siguen arrastrando los mismos problemas desde el inicio de Liga y que lejos de resolverse parece que se han enquistado: errores defensivos individuales, escasa aportación individual de algunos jugadores al juego colectivo y la falta de un modelo de juego definido y que tenga continuidad, son algunas de las causas que sitúan al equipo en la parte baja de clasificación cuando casi se ha cumplido un tercio de Liga.

1 - EL PROBLEMA

Errores defensivos individuales

Tres minutos de juego y un saque de banda desde tres cuartos fue recibido en el área por Benzema sin ninguna oposición. Era el prólogo a una serie de errores individuales con incidencia directa en el marcador. A la dificultad ya manifiesta en los centros laterales, en los últimos partidos se han sumado errores en acciones individuales aparentemente evitables y que han costado goles. Nueve jugadores para cuatro puestos deberían garantizar la competencia.

2 - LA RESPUESTA

Cambios que no mejoran

La baja de Lobotka en medio campo dejaba pocas alternativas para refrescar la medular celeste a la que le cuesta enlazar con los jugadores de ataque. Tras el gol de Hugo, Mohamed repitió el movimiento que realizó ante el Alavés y situó a Brais en la posición de medio centro, acumulando jugadores de ataque. Y tal como sucedió ante los vitorianos, el cambio acentuó más la superioridad del rival en el centro y los ataques celestes murieron prácticamente en la línea de cuatro con la que terminó atacando el Celta, excepción hecha del tiro de Aspas que llegó tras una anticipación de Cabral en medio campo.

3 - LA PROPUESTA

Soluciones en ataque

Los célticos han girado hacia un ataque más elaborado, pero se están encontrado que cuando tienen que atacar a un equipo replegado echan en falta un enganche que conecte las dos líneas atacantes. Hasta ahora Brais y Aspas están realizando esta función a costa de perder la amplitud en banda derecha y de sacar a Iago de las zonas de peligro. Una apuesta que genera superioridad en las zonas donde los rivales acumulan más jugadores y que desprecia prácticamente hacerlo en amplitud. El Celta se encuentra cómodo en las transiciones rápidas, pero debe seguir buscando una solución para cuando no puede robar y correr.

4 - EL DESEQUILIBRIO

La banda izquierda

Mohamed parece no haber encontrado la solución al juego por el carril izquierdo. En defensa sigue la búsqueda de un lateral. Hasta ahora ha contado con Júnior Alonso, un central reconvertido a lateral y con Juncà, que se encuentra más cómodo como carrilero atacando que defendiendo. Por delante ha probado de todo, pero se puede decir que ninguna opción se ha consolidado. La escasa aportación defensiva y la poca capacidad de asociación con el resto de jugadores de ataque que han demostrado las distintas opciones probadas hacen de esta posición un problema que desequilibra el equipo.