El equipo vigués ganaba en el Villa Park y eliminaba al Aston Villa el 3 de noviembre de 1998
03 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.1998: Nadie daba un duro por la victoria del Celta hace hoy 20 años. Casi literalmente. Los vigueses visitaban a un entonces todopoderoso Aston Villa y ni siquiera el hecho de contar con un equipo del que formaban parte los Mostovoi, Mazinho, Karpin o Makelele hacía presagiar la gesta que iba a conseguir el equipo de Víctor Fernández el 3 de noviembre de 1998, unos días después de haber caído por la mínima en Balaídos (0-1) con un resultado que complicaba aún más las cosas ante un rival de por sí de gran entidad. En las casas de apuestas de Birmingham se pagaban 10 a 1 la victoria del Celta aquella noche.
Juan Sánchez, el mismo que semanas antes había marcado el primer gol europeo en la historia del Celta, se encargaba de empezar a poner los cimientos del milagro con un gol a los 26 minutos aprovechando una acción magnífica del Zar. Poco duró la alegría, fueron tres los minutos que tardaron los ingleses en desequilibrar nuevamente el cruce. Lo hicieron por mediación de Collymore -de penalti- el exfutbolista que el año pasado estuvo en A Madroa entrevistando a Iago Aspas para un programa por el que también ha pasado el excéltico Fernando Cáceres.
Antes del descanso llegaba el tanto de Mostovoi, que con una lección magistral de cómo ejecutar una falta decantaba la eliminatoria del lado celeste por el valor doble de los goles como visitantes. Se hacía el silencio en un Villa Park al que habían acudido 29-500 espectadores. Y en el inicio de la segunda parte, Penev redondearía la faena con el 1-3 definitivo que daba el pase a octavos a los celestes en una noche para enmarcar.
Junto con los tres goleadores, el once histórico de aquel encuentro lo formaron Dutruel, Míchel Salgado, Cáceres, Djorovic, Berges, Makelele, Mazinho y Karpin. También jugaron Tomás, Eggen y Cadete. «Tenemos que cantar la Rianxeira en más campos», decía Víctor Fernández aquella noche en la que miles de aficionados celestes vibraron siguiendo el partido y entonaron la melodía en la praza de América. Todavía lo harían en Anfield en la siguiente ronda -octavos- para luego caer ante el Olympique de Marsella.
