Voto de confianza para Mohamed

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El Celta del técnico argentino genera muchas dudas, pero las peñas piden calma y paciencia

04 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Siete jornadas después del inicio de Liga, el celtismo duda en algunos aspectos, pero tiene clarísimos otros. Las peñas consultadas por La Voz coinciden de forma unánime en que hablar de un relevo en el banquillo es precipitado e incluso lo tachan de locura, todas sin excepción abogan por darle un voto de confianza a Mohamed. «Al menos hasta Navidades, aunque igual en noviembre termino cambiando de idea», lanza Reyes Álvarez, de Terra Celeste. Porque en lo que tampoco hay división es en que el fútbol del equipo en los últimos partidos no es el que quiere el celtismo y que las sensaciones de las últimas semanas preocupan.

Hay muchos factores que invitan a los aficionados, entienden ellos mismos, a la calma. Desde el momento actual de competición al hecho de que Mohamed un técnico nuevo en el fútbol español y varios futbolistas también se estrenan, pasando por las comparaciones. Porque para más de uno sale a relucir el nombre de Berizzo. «Ahora le echamos de menos cada dos por tres y hay que acordarse cómo fue su primera temporada, que parecía que no la acababa», señala Amador Domínguez, de la Peña Jorge Otero. A Reyes no le convence ese argumento: «Fueron diez jornadas sin ganar, pero el equipo atacaba, veíamos fútbol aunque no llegaran todos los puntos que queríamos», razona.

El juego del equipo es de las cosas que más preocupan. Si tienen que llegar derrotas, la afición prefiere que sean atacando y asumiendo riesgos. Quieren ver al Celta que conocen. «Nos gusta ver a un equipo ofensivo, no a uno que se mete atrás y le caen goles como churros porque no sirve para eso. El gran fallo de Mohamed es que está siendo demasiado defensivo», considera la peñista de Lechuzas Marta Saiz, quien reconoce que la admiración del Turco por el Cholo no le transmitía buenos augurios.

Una opinión parecida es la de Tomás Rodríguez, de Preferencia Celeste. Percibe que se está queriendo imponer al Celta «un planteamiento que va contra su naturaleza» y la de sus futbolistas. «Con esa defensa de cinco para tratar de conservar el resultado los jugadores no sabían qué hacer. Se vio claramente en el gol del Getafe», aprecia. También lo achaca a que el equipo se encuentra en un momento de adaptación, lo mismo en lo que se fija Javi Vaz, de Centolos Celestes. «Como con todo nesta vida, necesítase un período de aprendizaxe, seguro que a medida que coñeza o fútbol español e aos seus xogadores irá medrando como adestrador e medrará o equipo», dice. También considera que Mohamed se equivoca con su fútbol defensivo.

Huyendo del catastrofismo

Entre los más cautos está Filipe Abalde, del Colectivo Nós. «Entre o ceo e inferno, cando parecía que o Celta ía comer o mundo e o desánimo actual en tres xornadas, eu son neutro. Non podemos ser tan catastrofistas», señala. No significa que no le inquiete la situación actual. «É un equipo moi variable, non hai unha proposta. Chega o partido e non sabes o que equipo que vai sacar, sobre todo o centro do campo», analiza. Y mientras unos entienden que es normal que pruebe, Marta y Tomás apuntan a que «para eso está la pretemporada», aun teniendo en cuenta que algunos jugadores llegaron tarde o lesionados.

«No queremos un Celta ultradefensivo»

El partido frente al Atlético de Madrid entra en escena cuando se habla de este inicio de Liga con muchos de los peñistas. Está claro que aquella victoria disparó las expectativas, pero pasadas las semanas dudan de si fue «un espejismo» o el ejemplo al que aferrarse para creer que las cosas pueden llegar a funcionar.

Juan Avendaño, de Teixugos, pide paciencia: «Es pronto para juzgar. Es importante darle tiempo a Mohamed para desarrollar su trabajo en una temporada con circunstancias que condicionan como que sea un entrenador nuevo o que haya jugadores que se han ido después de muchos años». Un aspecto, ese, que muchos tienen en cuenta.

Los peñistas están convencidos de que hay buen bloque. «Somos do Celta, como non imos ter confianza. Ademais o equipo marca case sempre, e iso é unha garantía se se consegue dar coa tecla defensiva», indica Filipe Abalde. Esa misma expresión la utiliza Reyes Álvarez: «Contra el Atlético pensé que había dado con la tecla, pero ahora parece que esa tecla la perdió por el camino. Esperemos que no sea terco y se dé cuenta de que tiene que cambiar». No quieren, dice ella y coinciden la mayoría, «un Celta ultradefensivo». Lo que sí piden es una zaga de garantías. «Hay que entregarse los 90 minuto como si fueran los últimos e intentar mejorar una defensa que lleva años siendo el talón de Aquiles del equipo», comenta Avendaño.

Javi Vaz, de Centolos, recuerda que a nivel de puntos el equipo no está «tan mal» en la octava posición, sin olvidar tampoco que se ha enfrentado a «rivais ante os que se supoñía que había que rascar máis puntos», pero deja claro que en cuanto a juego las expectativas están lejos de cumplirse. «Estamos acostumbamos a un Celta protagonista, cun xogo bonito, máis directo, tanto con Berizzo como con Unzué», reclama. En ese sentido, la mayoría esperan que recapacite y rectifique.

Los silbidos en Balaídos, comprensibles pero evitables

Las peñas consultadas consideran sin excepción que los pitos que parte de la afición dirigió al equipo el lunes son comprensibles. Pero aunque entienden el enfado, la mayoría de ellos no participaron ni creen que sea la mejor manera de ayudar al equipo. «Hay que estar juntos con los jugadores y el cuerpo técnico y remar en la misma dirección», pide Juan Avenaño.

Reyes Álvarez es de quienes entienden la reacción porque creen que había motivos para ello y que «el público es soberano», pero nunca participarían de ese castigo. «Yo nunca pito, pero me enfadé contra el Valladolid, contra el Valencia un montón y contra el Getafe ni te cuento. Es comprensible», dice. La misma palabra que emplean la mayoría del resto de celtistas consultados.

Encuesta en Grada de Río

En una encuesta planteada en la web del Celta de La Voz, Grada de Río, sobre si los pitidos estaban justificados, el 83 % de los participantes respondió afirmativamente. Al cierre de esta edición habían participado más de 600 aficionados.