El laberinto de Mohamed

GRADA DE RÍO

LOF

El juego combinativo desaparece en un Celta que no logra tapar su agujero defensivo, que carece de un patrón de juego y de un plan B y que empleó cuatro sistema y cinco onces en alineaciones jornadas

03 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Mohamed vive sus días más duros desde que llegó al Celta. No por resultados. La preocupación va mucho más allá, y se sitúa en la pérdida de identidad de un equipo vigués que con una plantilla de muchos quilates ha perdido su querencia por el balón sin arreglar a cambio el socavón defensivo. En siete partidos el argentino ha utilizado cuatro sistema y cinco alineaciones, empleando a 19 jugadores, alguno de ellos clave el curso pasado, fuera de posición, con el caso de Lobotka como el ejemplo más sangrante.

¿Tiene el Celta una idea definida de juego?

Siete partidos después, no. El equipo ha perdido su esencia y da tumbos. Quiso cambiar el balón por la sobriedad defensiva y se ha quedado sin las dos cosas. A día de hoy no existe una versión reconocible y lo visto el día del Atlético de Madrid parece la excepción. Ni rastro del equipo que tenía un patrón de juego definido más allá del resultado y en donde el balón era el gran protagonista. Ahora abunda el pelotazo. El paradigma se dio el lunes cuando un equipo repleto de talento se pasó gran parte del tiempo defendiendo.

¿Cuántos sistemas ha empleado Mohamed?

Cuatro: 4-3-3, 5-2-3, 5-3-2 y 4-4-2. La defensa de cinco unidades fue la más utilizada aunque el desastroso primer tiempo de Mestalla la echó por tierra. Ante el Getafe volvió a implantarla Mohamed durante un par de minutos, el tiempo que tardó el cuadro madrileño en empatar desde la salida al campo de Araujo. Luego deshizo el cambio y volvió a la defensa de cuatro, pero sin ningún éxito.

¿Cuántas alineaciones ha utilizado?

Cinco diferentes en siete jornadas. El entrenador argentino le dio continuidad a su idea entre la jornada dos y la cuatro pero tras la derrota de Girona en todas las contienda ha movido ficha. Jensen ha sido el último en debutar y con él ya son 19 los jugadores que han sido utilizados por el preparador.

¿Hubo continuidad en la propuesta?

Solo entre la jornada dos y la cuatro, cuando parecía que el equipo se había acostumbrado a defender con cinco y que se sentía cómodo con ese tipo de juego. Todo lo demás ha sido una especie de ensayo-error.

¿Tiene plantilla el Celta para el juego directo?

Si por algo destaca la plantilla del equipo vigués es por su calidad. Pocos clubes de la clase media de la liga cuentan con peloteros del nivel que el Celta, con un medio campo cargado de talento y con un ataque que es la envidia de casi todos, y que tanto la pasada campaña como la actual le está salvando el pellejo al equipo. A estas altura la dupla Aspas-Maxi lleva nueve de los doce goles marcados por los célticos.

¿Juegan los futbolistas en su sitio idóneo?

De entrada parece que no, y el ejemplo más claro lo representa Lobokta, más perdido que nunca cuando juega fuera del pivote defensivo. Que el eslovaco se encuentre incómodo no es cuestión baladí porque es el termómetro del juego céltico. Sus últimas visitas al flanco izquierdo han sido todo un suplicio.

¿Tiene plan B Mohamed en los partidos?

Hasta la fecha la hoja de ruta siempre ha sido la misma. Si el equipo tiene el marcador en contra, apuesta por un doble nueve dando entrada a Eckert y por Pione Sisto si está en el banquillo, y si es el Celta quien va por delante, mete un central o un pivote defensivo a mayores. Frente al Valladolid y el Getafe no le dio resultado.