El balón como brújula del Celta

X.R Castro

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Antonio Mohamed prioriza la posesión para que su equipo se sienta cómodo y ahora busca solidez trabajando la presión y el repliegue tras pérdida

30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las malas actuaciones son una fuente de sabiduría, piensa el entrenador del Celta, que regresó de Valencia con las ideas claras de lo que su equipo no debe hacer, después de comprobar su actuación en el primer tiempo. Salir con ocho jugadores de corte defensivo no arregló el agujero y dejó al equipo sin recursos para el ataque, por eso a partir de ahora la prioridad será tener el balón en los pies, y la presión tras pérdida y el repliegue en campo propio, la respuesta defensiva. «Vamos entiendo lo que es mejor para el equipo y buscando los intérpretes necesarios para atacar bien y defender mejor».

¿Y qué es lo que mejor le va al equipo? Mohamed parece tenerlo claro después de seis partidos de liga: «La tenencia del balón. Por características propias de Lobotka y Beltrán. A partir de ahí el equipo tiene tenencia de balón, el equipo necesita jugar cerca de nuestros delanteros», comentó en la antesala de recibir al Getafe en Balaídos, un rival que le va a regalar el esférico para salir a la contra: «Tenemos claro que vamos a disponer de la pelota y del campo y buscaremos tener jugadores de buen pie y que tenga buen manejo del balón». Hasta la fecha, quizás por los movimientos y los cambios de ideas, la fiabilidad en el manejo de balón ha ido decayendo hasta tocar techo las pérdidas en Mestalla, con 27.

Una involución que no ha pasado desapercibida para el técnico, que le quiere dar a los jugadores el sistema y la idea en donde se sientan más cómodos. «Más que nada hay que adaptar (la idea) a los jugadores, porque si ponemos un sistema de juego y vamos a rajatabla creo que le quito las alas a muchos jugadores y nosotros eso no lo podemos hacer. A partir del talento de los futbolistas que tenemos debemos buscar un sistema defensivo para ser mucho más sólidos, eso es lo que estamos buscando».

Porque el Celta también fue uno de los reyes del balón el curso pasado y sin embargo terminó encajando 60 goles y esta campaña ya lleva nueve en contra lo que induce al entrenador argentino a descartar experimentos como los del miércoles pasado con ocho jugadores defensivos. Tampoco está nada satisfecho con la presión alta: «Por ir con mucha gente a la parte defensiva no es, eso está descartado. A hacer presión alta, a veces quedamos mal parados. Lo que estoy trabajando es la presión inmediata ante la pérdida y después el repliegue inmediato, que es cerrar filas atrás, que son las dos opciones en las que estamos incidiendo y esperemos poder plasmarlas el lunes en el partido», recitó sin complejos y sin jugar al escondite el preparador céltico, que sigue fiando al ratio de goles las posibilidades de poder luchar por Europa.

De sus palabras podía deducirse que la defensa de cinco unidades tiene los días contados y que presionar al rival en su salida de balón tampoco es una apuesta de recorrido, algo que tan solo se podrá confirmar a partir del lunes. El día en que en teoría el conjunto vigués debe exhibir su plan definido después de dar bandazos en las últimas citas.

«El planteamiento del primer tiempo de Valencia fue horrendo», reconoce 

En un mundo en donde predominan los egos, que un entrenador haga autocrítica además de extraño, puede ser motivo de elogio. Tres días después de firmar un pésimo primer tiempo en Mestalla, Antonio Mohamed tiró de sinceridad para reconocer su error.

Primero, poniéndole adjetivo a su idea de apostar por ocho jugadores de corte defensivo -«el planteamiento del primer tiempo fue horrendo»- y después admitiendo que se equivocó de plano en su previsualización del encuentro -«creí que el Valencia nos iba a atacar y entonces formé un bloque para poder anticipar y salir rápido, y fue al revés, nos dieron la pelota y con tanta gente defensiva que teníamos no sabíamos qué hacer con la pelota»-. «Un aprendizaje para no volver a hacerlo», sentenció sin reparo.

 

En el mismo partido el entrenador argentino demostró cintura al rectificar en el segundo tiempo al decantarse por un 4-4-2 con Pione Sisto que permitió recuperar un punto. «El primer tiempo del miércoles fue muy malo, pero pudimos modificar a tiempo y corregir el partido».

Bagaje

En cuanto al bagaje de las seis jornadas disputadas, el entrenador argentino piensa que los suyos podrían tener algún punto más: «Realmente en estas seis jornadas podíamos tener más puntos pero el lunes nos espera un partido muy físico y esperemos hacer un buen encuentro para volver a estar arriba en la tabla y para ganar, que llevamos tres juegos y necesitamos ganar». Pura ambición.

«Vamos a tener el balón gran parte del partido y debemos saber qué hacer con él»

De cara al partido de mañana, Mohamed receta paciencia y exprimir el balón parado teniendo en cuenta el ingente número de faltas que el Getafe provoca en cada partido: «Debemos sacar ventaja de las faltas que nos hagan, trabajar bien la pelota parada. Seguro que vamos a tener el balón en gran parte del partido y debemos saber qué hacer con él. Es un partido que nos va a poner a prueba en un montón de situaciones».

Calificó a los azulones de «equipo ordenado, un equipo físico, pero nosotros tenemos que estar preparados para competir con cualquiera. Ellos tienen claro su plan de partido, sabemos a lo que nos vamos a enfrentar y entonces tenemos que llegar con la información correcta al partido y ahí desarrollarlo y llevarlo al lugar que nos conviene a nosotros».

Los azulones llegarán a Vigo con una racha de dos victorias y dos empates y tan solo una derrota, ante el Atlético de Madrid, en las cinco últimas jornadas. Como el curso pasado vuelven a postularse para vivir en la zona cómoda de la tabla.