Lección de realidad en Montilivi

x.r castro

GRADA DE RÍO

El Celta pierde (2-3) su primer partido ante un Girona efectivo en el juego aéreo y en el contragolpe

18 sep 2018 . Actualizado a las 08:22 h.

Mohamed ya conoce el significado de la derrota con el Celta. El primer revés en Girona suena a lección de realidad y pragmatismo, el que tuvo el equipo de Eusebio Sacristán para sofocar el buen inicio vigués con dos cabezazos y una contra. A contracorriente a los célticos les sobraron ganas y le faltaron ideas, y los momentos tampoco les acompañaron. El empate de Iago Aspas le duró un suspiro y la apuesta por Boufal tras del descanso se perdió en el limbo del tercer gol local. Aun así, y pese a vivir un partido de más a menos, el Celta tuvo sus opciones hasta el final, pero le faltó puntería y paciencia ante un muro.

Los acontecimientos en Montilivi nunca jugaron a favor. El Celta comenzó bien, con dos oportunidades tras una buena parada de Sergio Álvarez a un tiro de Portu, pero fue el Girona, más pendiente de achicar que de atacar, el que siempre fue por delante en el marcador. Los dos goles del cuadro catalán en el primer tiempo llegaron de cabeza, aunque con distinta factura. El primero, de Stuani, tras un centro de Aday desde la izquierda y sin que Araujo pudiese neutralizar el balón, y el segundo a balón parado con Alcalá entrando con todo al remate tras un bloqueo.

Los dos goles fueron dos golpes a la línea de flotación del Celta. El primero, porque llegó cuando más cómodos estaban los de Mohamed y porque lejos de encontrar una salida los vigueses comenzaron a estrellarse contra la presión alta del Girona. La reacción llegó con el empate de Iago Aspas al sacar de un modo magistral una falta en la frontal. Con una parábola por encima de la barrera y con tiempo para que el balón cayera en la portería de Bono. Lo peor fue que el 1-1 apenas duró tres minutos, el tiempo que el cuadro local invirtió en cobrar un córner y hacer diana con un remate de Alcalá que nadie detectó. El central cabeceó a placer tras un bloqueo de Stuani.

Con el 2-1 en contra Mohamed no esperó para cambiar el dibujo y en el descanso dio entrada a Boufal por Júnior Alonso llevando a Roncaglia al lateral izquierdo en un 4-2-1-3, pero la apuesta se desmoronó a las primeras de cambio, cuando el Girona encontró la puntilla en una contra. Parapetado atrás, el cuadro catalán encontró petróleo en una pelota perdida por Roncaglia, y el posterior rechace errado de Araujo, que acabó con un ataque de tres delanteros contra Cabral y que Stuani convirtió en el tercer gol con la única oposición de Sergio.

Faltaba más de media hora, pero casi todo lo demás fue impotencia y desesperación en el Celta y orden y tranquilidad en un Girona que se pareció más al de Machín que al ideario iniciático de Eusebio Sacristán. Incluso Stuani tuvo el hat trick, pero se lo impidió Araujo.

El único guiño a la esperanza fue un tanto de Boufal, muy individualista, en el 89. El parisino remató ajustado al palo un servicio de Lobotka, más activo en el segundo tiempo. Y el propio Boufal porfió por una jugada imposible en la banda a renglón seguido que terminó en centro y cabezazo de Maxi. Ahí pudo estar el empate, pero Bono atrapó el balón y la pérdida de tiempo de los locales, consentida por el árbitro, hizo el resto. Incluso Cabral acabó viendo la segunda amarilla como daño colateral de la derrota lo que le impedirá estar en sábado ante el Valladolid.

3- Girona: Bono; Pedro Porro, Pedro Alcalá, Juanpe, Bernardo Espinosa, Aday Benítez (Muniesa, m. 83); Douglas Luiz, Àlex Granell, Borja García (Patrick Roberts, m. 66); Portu (Aleix García, m. 86) y Stuani.

2- Celta: Sergio; Hugo Mallo, Roncaglia, Araujo, Cabral, Júnior Alonso (Boufal, m. 45); Beltrán (Brais, m. 75), Lobotka; Iago Aspas, Maxi Gómez y Pione Sisto (Eckert, m. 65).

Goles: 1-0, m. 21: Cristhian Stuani. 1-1, m. 34: Iago Aspas. 2-1, m. 36: Pedro Alcalá. 3-1, m. 56: Cristhian Stuani. 3-2, m. 86: Sofiane Boufal.

Árbitro: Alberola Rojas (Colegio castellanomanchego). Amonestó al local Douglas y al visitante Fran Beltrán. Expulsó, por doble cartulina amarilla, a Gustavo Cabral (m. 91).