El central argentino se muestra feliz con Mohamed y ve al equipo adaptado al 60 % a su idea
07 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Facundo Roncaglia (Chajarí, Argentina, 1987) admite que la pasada temporada fue dura para él por la falta de protagonismo. Pero este año todo ha dado un vuelco. Tanto en lo individual, siendo un fijo para Mohamed, como en lo colectivo. El defensor se muestra convencido de que el cambio ha sido para mejor y que ahora el Celta logra funcionar como un bloque. Y eso que calcula que la adaptación está aún al 60 %.
-Es su tercera temporada en Vigo. ¿Qué balance hace de este tiempo?
-En general es positivo, si bien el año pasado estuve los seis primeros meses sin jugar, adaptándome a la idea que tenía el entrenador anterior. Fue complicado vivir esa situación, sobre todo cuando uno tiene la costumbre de jugar seguido y que te empiecen a dejar a un lado no es nada fácil. Por suerte siempre tuve el apoyo de mis compañeros y de la gente que está a mi alrededor.
-Y este año completamente distinto: nada más recibir el alta de la lesión, titular.
-Sí, con el nuevo míster me encuentro bien y que justo después de una lesión me ponga de titular significa que confía en mí y cree que puedo aportar al equipo.
-Es argentino como Mohamed. ¿Qué referencias tenía de él?
-La verdad es que muy pocas, porque estuvo poco tiempo en el fútbol argentino y en mi país el mexicano apenas se ve. Pero uno antes de que llegue, mal o bien, empieza a buscar para informarse de cómo es, de su carrera y dónde estuvo.
-¿Y ahora que ya le conoce en las distancias cortas?
-Como persona es muy bueno y como míster te exige mucho. Es verdad que te da cierta libertad, pero reclama mucha intensidad.
-¿Qué grado de adaptación diría que tiene ahora mismo el equipo a su nuevo técnico?
-Sobre un 60 %, creo que todavía falta para lograr lo que realmente quiere de nosotros, pretende y cree que somos capaces de darle. Ahí nos va a ayudar el parón, que por una parte frena un poco cuando estás en un buen momento, pero también te sirve para afinar algunas cosas donde no estábamos tan ajustados y seguir corrigiendo errores.
-¿En qué se diferencia de los otros dos entrenadores que tuvo en Vigo, Berizzo y Unzué?
-Unzué quería más posesión de balón y esperar a que aparezcan los espacios. Mohamed quiere un juego directo, ir a presionar arriba, estar bien ordenados atrás... Creo que es muy parecido a la idea del Toto, no le encuentro demasiadas diferencias.
-¿Qué les pide Mohamed a los defensas?
-Lo más importante, que cuidemos el cero. La gente de arriba, con la calidad que tiene, en algún momento va a meter algún gol y va a desequilibrar los partidos. Si cuidamos el cero es más factible ganar.
-Como ante el Atlético.
-Sí, para un defensa cuando la portería termina a cero significa que más o menos hiciste bien tu trabajo. Esa victoria tiene mucho mérito porque estuvimos toda la semana pensando en cómo contrarrestar el juego del rival y creo que lo conseguimos.
-En los últimos años la defensa del Celta ha estado en el punto de mira por los goles encajados. ¿Qué ha cambiado?
-Era una cuestión de la forma de jugar. Arriesgábamos más y cada cual decidía individualmente ir o no a presionar, jugaba por su cuenta. No éramos un bloque. Ahora, con Antonio, las líneas están más juntas, no nos desesperamos por robar un balón, tenemos más paciencia y al final al rival también le cuesta y no encuentra los espacios tan fácilmente.
-¿Se puede decir que el Celta juega a día de hoy con defensa de cinco?
-Depende no solo del partido, sino del momento, de cómo el técnico piense que es mejor según cómo vayan las cosas y cómo las vaya leyendo. No tenemos un sistema fijo, sino que se modifica todo el tiempo. Jugamos con cinco defensas, con cuatro e incluso si nos tenemos que quedar con tres, con los laterales más adelantados, lo vamos a hacer.
-¿Usted se siente más cómodo en una línea de cuatro o de cinco?
-No por hacerlo con más gente vamos a defender mejor. Nosotros practicamos las dos cosas. Con cuatro es muy importante que los volantes y los delanteros hagan algunos movimientos para que nosotros tengamos la salida más fácil. Y con cinco son otros movimientos que si no los hacen, se nos complica. Tenemos que hacerlo todo en equipo.
-¿Cómo ve a los nuevos titulares en defensa, Néstor y Júnior?
-No los conocía y me sorprende lo rápido que se han acoplado y lo mucho que están aportando con su gran rendimiento. Y además David (Costas) está a muy buen nivel y Juncá tuvo la mala suerte de la lesión.
«Primero hay que consolidar la idea y luego pensar en Europa»
Roncaglia descarta que el equipo se vaya a sentir presionado por el objetivo europeo y pide calma sabiendo que la temporada solo acaba de comenzar.
-¿Se suma a los compañeros que marcan Europa como objetivo?
-Primero tenemos que consolidar la idea del míster y cuando lo hagamos al 100 % veremos si nos da para entrar. Hay que ir despacio, partido a partido.
-¿Cree que pueden llegar a sentir presión por lograrlo?
-No, es un lindo estímulo. Tuvimos esa experiencia y a todos nos gusta demostrar nuestra capacidad en Europa. Mostramos que lo podemos hacer bien y tenemos que saber que podemos.
-¿Sorprendido por este inicio?
-Si nos dicen la primera semana que tendríamos siete puntos de nueve no lo creeríamos. Además en pretemporada no habíamos ganado. Pero hay que tener los pies en la tierra y seguir.
-¿Hay mejor plantilla que el año pasado?
-El nivel es parecido, pero había jugadores que estaban desde hace años y necesitaban un cambio de aires. La renovación nos hace bien porque es gente nueva que quiere demostrar y sumar.
-¿Tuvo opciones de irse también este verano?
-No. Soy de los que piensan que los contratos están para respetarlos. Solo hubiera analizado una oferta que le sirviera al club. Mi familia está contenta aquí, los nenes en el cole y al final eso cuenta mucho en la balanza.
-Entre los sudamericanos de la plantilla parece que forman una segunda familia.
-Sí, nos llevamos muy bien con Maxi y Cabral, ahora también con Néstor y Júnior. Nos juntamos cada tanto para comer las familias y no sentirnos solos, sobre todo nuestras mujeres. Tenemos en común que estamos lejos de casa y nos identificamos.