El Celta repite siete canteranos en su plantel, el 23,07 % de un elenco en donde por primera vez los jugadores extranjeros son mayoría en el vestuario
23 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Salvo sorpresas en el cierre de mercado el Celta mantendrá su cuota de canteranos en el primer equipo una temporada más. En una plantilla, por el momento, de 26 unidades, son siete los jugadores formados en A Madroa que estarán a las órdenes de Antonio Mohamed, el 26,9 % de un plantel cada vez más globalizado con hasta quince jugadores extranjeros (el 57,7 %). Las cifras son muy similares a las de la pasada campaña con el único cambio de Kevin por Jonny Castro. No obstante, desde la vuelta a Primera es el porcentaje más bajo (ha ido menguando de los 42,3 del año del regreso a los 23 puntos actuales).
En constante crecimiento, cada vez es más difícil acceder al primer equipo, pero el Celta sigue manteniendo su cupo. Además, de los seis que constan en nómina cuatro fueron titulares en la primera jornada del campeonato: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Brais Méndez y Iago Aspas, mientras que el meta Iván Villar, con ficha del B aunque con dinámica de trabajo del primer equipo, fue al banquillo, igual que David Costas, cedido la pasada campaña al Barcelona B. Rubén Blanco, que estaba lesionado, y Kevin Vázquez fueron los descartes.
De este modo se mantiene el escenario de la temporada pasada, en donde Unzué también contaba de un modo habitual con cuatro jugadores de la cantera en el once (el portero, Hugo Mallo, Jonny y Aspas) a los que se sumó Brais a medida que fue ganando protagonismo hasta convertirse en una pieza habitual.
El tope de jugadores de casa en la plantilla desde el ascenso lo marca el primer año con once, siendo seis de ellos habituales titulares: Jonny, Roberto Lago, Túñez, Oubiña, Álex López y Iago Aspas (Hugo sufrió una grave lesión a mitad de temporada). Los canteranos eran el 42,3 % del plantel y absorbieron el 43,5 de los minutos. Desde entonces la cuota ha ido menguando, pero poco a poco. De hecho no bajó del 30 % hasta el curso de Europa, cuando Berizzo utilizó a 26 jugadores, ocho de ellos canteranos. La campaña pasada con Unzué los números se quedaron en el 26,08.
Y de un modo paulatino se han ido disparando los jugadores no seleccionables, que esta temporada por primera vez superan el 50 % del plantel, concretamente a estas alturas el 57,7 con 15 de 26. Desde el 2012 la cifra ha subido en 27 puntos porcentuales ya que el año del regreso eran ocho los extranjeros.
En el cómputo global de LaLiga y tomando como referencia las plantillas actuales, a ocho días del cierre de mercado el Celta es el sexto equipo en número de canteranos tan solo por detrás de un Athletic solo sin tres canteranos de su lista de 25, mientras que el Espanyol es segundo y la Real Sociedad cierra ese podio. Villarreal y Barcelona también están por delante.
Los rivales directos en la lucha por Europa tienen todos menos jugadores de casa y el Levante, el próximo adversario, tiene a cuatro con pasado en la ciudad deportiva de Buñol.
«Hugo y Iago son palabras mayores, me gustaría ser algún día un referente»
Brais Méndez afronta su segunda temporada en el primer equipo, la primera como jugador de Primera División a todos los efectos. Lo hace con la esperanza de consolidarse en la categoría y en el equipo y con el deseo de significar para el club lo mismo que representan en estos momentos Hugo Mallo y Iago Aspas. «Ambos son palabras mayores, tanto para el club como para la gente que viene de abajo, pero sí que me gustaría ser algún día un referente, parecerme a ellos y que la gente de la cantera diga que le gustaría ser como yo».
Para Méndez Portela la apuesta de la entidad por la gente de la casa es inequívoca: «La cuota de canteranos en el primer equipo habla muy bien del club y de lo importante que es la cantera para el Celta».
El centrocampista mosense sabe que está ante un curso clave para su futuro. «Creo que he dado un paso de madurez comparado con el año anterior. Me siento más asentado, más cómodo, con más confianza. Estoy cogiendo sensaciones poco a poco y al final es el míster quien decide». De entrada se hizo con un hueco en el partido del sábado pasado, pero sabe que es muy complicado dada la competencia que existe que la sala de máquinas celeste: «Es un año difícil porque hay mucha competencia, pero también es un año bonito e ilusionante. Creo que es bueno para todos que haya competencia. Es el año de dar un paso adelante y asentarme».
De entrada ha conseguido meterse en el once del inicio liguero. «Fue positivo sumar minutos y cómo estuve, pero siempre se puede dar más y mejorar. No hay que quedarse solo con lo que has hecho, sino seguir hacia adelante viendo lo que puedes dar».
Mohamed confía en él y el argentino parece un técnico del gusto del canterano: «Transmite cercanía, empatía, es un míster alegre, que se relaciona, que le gusta ser cercano y eso es importante para nosotros».