Un empate como punto de partida para la obra pendiente

Míriam V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M. MORALEJO

El Celta dominó la mayor parte del partido, pero encajó a balón parado y le costó generar peligro

19 ago 2018 . Actualizado a las 22:56 h.

Un Celta que parece seguir en construcción sumó su primer punto en la primera jornada de Liga. De más a menos, sin exhibir todo el potencial en ataque que se le presume a la plantilla y dejando entrever que queda trabajo por delante, los de Mohamed consiguieron neutralizar el tanto de Hermoso. Con muchos jugadores aún aterrizando, serán las próximas jornadas las que determinen si se puede dar el punto por bueno.

El once

Los esperados, Maxi y Júnior incluidos. En el once de ayer no había lugar para las sorpresas. En la víspera del partido Antonio Mohamed lo había revelado prácticamente todo y nada se salió del guion. Maxi en punta -sin el alta hasta dos días antes del partido- y Júnior en el lateral zurdo -transcurridos solo tres días desde su fichaje- fueron las únicas novedades con respecto al equipo titular que se había probado ante el Mainz 05 en el Quinocho una semana antes. La puesta en escena sí fue diferente, con mejores sensaciones, pero de nuevo sin triunfo.

La apuesta

Un sistema de 4-2-1 3 con matices. Pese a que durante la pretemporada coqueteó con la defensa de cinco, ya no había dudas de que al final la elegida sería la zaga de cuatro unidades, con los supervivientes Hugo Mallo y Cabral, este último formando pareja de centrales con Néstor Araujo y Júnior completando la línea. Como novedad, el pivote formado por Beltrán y Lobotka no jugó en línea, sino que el eslovaco tendía a situarse más adelantado y descolgarse mientras el ex del Rayo jugaba en ocasiones cerca de los centrales. En la segunda mitad, Lobokta regresó a su posición habitual y el equipo ganó equilibrio. En fase defensiva el dibujo era un 4-4-2.

Desarrollo

De más a menos. Tras unos primeros instantes en los que el Espanyol comenzó mandón y llevó la iniciativa, el balón fue para los celestes. Sin excesivos apuros durante el primer tiempo, se encontraban a la vez a un Espanyol muy bien plantado, ordenado y con las líneas juntas, que lograba minimizar las ocasiones del Celta. Un disparo lejano de Hugo y otro de Brais que se fue por poco fueron el balance celeste en lo que a ocasiones se refiere. Pero en la recta final, el Espanyol protagonizó un arreón que tuvo premio. Cuando más sufrían los celestes, que acusaron el calor con un bajón físico, y daba la sensación de que iban a encajar, la tuvo Borja Iglesias, que falló en un mano a mano contra Sergio para que poco después su compañero Hermoso sí pusiera el primero del partido. Llegó a balón parado, eterno castigo para los celestes.

Desenlace

Al ataque con todo, pero sin colmillo. Con los cambios, Mohamed fue a por el partido. Entraron Mor, Boufal y Dennis, con lo que el equipo pasó a atacar con un gran número de efectivos, pero le siguió faltando colmillo y apenas inquietó a Diego López.