Emre Mor está advertido

X. R. C.

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Hugo Mallo, el capitán del Celta, le recomienda «bajar las revoluciones» tras un verano complicado, con algún encontronazo, y perdiendo protagonismo

14 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Emre Mor (Brönshöj, Dinamarca, 1997) está en el punto de mira un año después de llegar a Vigo como uno de los fichajes más ilusionantes y a cambio de 14 millones de euros. El turcodanés, que fue apartado en dos ocasiones el curso pasado, y que tenía la mano tendida por parte de Antonio Mohamed, vive un verano complicado y en donde está dando muestras de un nerviosismo latente. Ha protagonizado algún encontronazo con sus compañeros, la afición mostró el sábado que comienza a estar un poco cansada de tanto esperar por el niño prodigio y el futbolista la tomó con el árbitro y su asistente. El vestuario del conjunto vigués tomó nota y el capitán, Hugo Mallo, tirando de galones, dijo en público que debe bajar de revoluciones y admitiendo que mantuvo con él una charla.

«He hablado con él en privado. Sabe lo que le pido, lo que le pide el club y la gente y es lo que puedo decir aquí, los trapos sucios se lavan en el vestuario», comentó Hugo Mallo tras el primer entrenamiento de la semana y que en público le pide un cambio de actitud para que pueda aprovechar sus grandes cualidades balompédicas. «Es cierto que debe bajar las revoluciones, luego es un jugador fantástico, con unas cualidades tremendas y si está tranquilo tiene que rendir, porque dentro lleva ese gen y esas cualidades».

Porque todo el mundo espera una versión sublime de Emre Mor, pero lo cierto es que en las últimas dos temporadas apenas ha tenido continuidad. En el Borussia Dortmund, a donde llegó en el verano del 2016 desde el Nordsjælland danés, apenas jugó quince partidos entre Bundesliga y Champions y en el Celta su contribución en el primer año en LaLiga se ciñe a 27 partidos entre Liga y Copa, pero con solo siete titularidades en total y sin llegar a los mil minutos (955). Su único gol de la temporada lo marcó en Las Palmas en el pasado mes de octubre. Lleva diez meses sin ver portería.

Estos datos, unido al gasto de 10 millones de euros, pueden tener que ver en su estado de crispación actual. «Ha sido una inversión grande y ha tenido un año difícil de aclimatación, le ha costado, es normal con otro país, otro idioma y una cultura distinta, todo es diferente», apuntó el capitán echándole un capote.

El toque de Hugo Mallo se une al recado que el propio Antonio Mohamed dos semanas después de llegar a Vigo y después de haber manifestado que contaba con él como una de las piezas angulares de su proyecto. «Es un chico que tiene muchas cualidades futbolísticas pero debe provocar situaciones para que los compañeros le quieran y a partir de ahí puede funcionar mucho mejor. Creo que el primer paso sería hablar mucho mejor español para que tenga mejor comunicación con todos».

El argentino le dio galones de titular en el arranque del verano pero en las dos últimas citas partió desde el banquillo, jugando desde el flanco derecho del ataque, la posición que de entrada parece destinada a Aspas si Mohamed no lo coloca de nueve.

Con la liga a punto de comenzar al media punta le urge un cambio de tendencia. Bajar las revoluciones a las que aludía Hugo Mallo y centrarse en el fútbol que lleva dentro con la premisa de luchar por el puesto de titular, que no será fácil y que a día de hoy no le pertenece, y después asentarse con su juego en el equipo y en la liga. Los próximos meses, antes de la apertura del mercado invernal serán claves. En su mano está su futuro.