Celtismo con acento armenio

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Gor Snkhchyan, natural de Yerevan , se aficionó al Celta para llevar la contraria a su hermano Vahan, deportivista

28 jul 2018 . Actualizado a las 14:45 h.

Que dos hermanos sean aficionados uno del Celta y otro del Deportivo es de por sí poco habitual. Pero si además sus nombres son Gor y Vahan Snkhchyan y han nacido y viven en Armenia, su historia resulta todavía más sorprendente.

En la afición del pequeño de los hermanos, el celtista, hay un punto de rebeldía. Vahan fue el primero en simpatizar con el Deportivo. «Todo empezó en el año 2000, cuando nuestro tío fue a A Coruña por asuntos personales. Cuando el Deportivo se proclamó campeón de Liga envió imágenes de cómo la ciudad estaba celebrando el título», cuentan. Vahan tenía seis años, pero se enamoró del club, dice.

La afición de Gor por el Celta nace tiempo después, cuando tenía cuatro o cinco años -hoy tiene 18-. «Le gustaron mucho los colores y como es el eterno rival del Deportivo, eligió el Celta como su equipo preferido y desde entonces su amor por el equipo crece cada día», asegura Vahan. Incluso los dos han aprendido español a base de escuchar partidos por la radio y leer novedades por Internet. Las mañanas de Gor, dice su hermano, comienzan leyendo Grada de Río.

Aseguran que no simpatizan con ningún equipo de su país y mucho menos con otros españoles. «De verdad que no. Aquí casi todos son del Real Madrid o del Barcelona. Cuando nos preguntan por nuestros equipos favoritos quedan sorprendidos, pero también admiten el mérito», señalan. Les suelen tomar por locos al mismo tiempo, pero no les importa: Hacemos nuestra esa frase de que ser de los que ganan es fácil, ser de nuestros equipos nos parece mejor».

Aun coincidiendo en sentir pasión por equipos de otro país y que eso se entienda como una rareza por no ser uno de los llamados grandes, tampoco olvidan Gor y Vahan que entre sí sus equipos son rivales. «Cuando se enfrentan Celta y Deportivo en la casa se siente que hay un derbi. Nuestra madre nunca sabe a cuál de los dos apoyar y siempre quiere un empate. Pero nuestro padre es un poco más del Dépor», revelan.

En varias ocasiones, cuando jugadores del Celta han estado cerca de su ciudad con sus selecciones, Gor siempre ha ido a pedirles fotos y autógrafos. Recuerda con gran cariño su encuentro con Pione Sisto en una ocasión en la que viajó a Armenia don la selección danesa y en la que el jugador de origen sursudanés le regaló una camiseta; tiempo antes, siendo céltico, se había podido encontrar con Krohn-Dehli.

Ahora el sueño que le queda por cumplir a Gor es poder disfrutar de un partido en Balaídos. En el verano del 2016 pudo fotografiarse con Aspas en A Madroa, pero su visita no coincidió con ningún partido y tendrá que esperar a otra ocasión para hacerlo realidad.