Una actividad distinta ideada para echarse unas risas y profundizar en la otra idea de la precampaña: hacer grupo.
20 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En sus primeros cuatro días de concentración el Celta ha acumulado dos sesiones de trabajo físico extenuante en la arena de A Lanzada, otras dos de trabajo en gimnasio, cuatro de entrenamiento en el césped de Baltar y uno en campo. Carga, carga y más carga física con algunas dosis tácticas que el entrenador, Antonio Mohamed, quiso endulzar con unas carreritas en el circuito de karting de Sanxenxo. Dándole una vuelta al dicho, una karting y muchas de arena.
La pretemporadas es la etapa más ingrata del curso. El reto del Celta es llegar al mes de agosto con las pilas cargadas y las piernas bien afinadas. Para ello el Turco está machacando a sus futbolistas con una carga física muy alta y cada sesión de trabajo se realiza bajo el mantra machacón de la intensidad. Para rebajar el cansancio y, de paso, liberar la mente, el club programó para ayer por la mañana unas carreras de karting en las que David Costas se erigió en vencedor y subió a lo más alto del podio con una botella de espumoso en la mano.
Una actividad distinta ideada para echarse unas risas y profundizar en la otra idea de la precampaña: hacer grupo. Porque además de poner a punto al equipo, el stage tiene como finalidad conseguir que todo el vestuario se integre, se entienda y conecte. Ya se sabe, mejor si todos reman en la misma dirección.
Además, en esta ocasión los futbolistas tienen que adaptarse a un nuevo cuerpo técnico que, por lo visto en los entrenos, les hace sufrir pero también intenta que los jugadores se diviertan. Ese es el método de Mohamed. Tomarse el trabajo con seriedad, pero también generar buen rollo. Al fin y al cabo, a la plantilla le esperan meses de convivencia y es importante que haya sintonía. De entrada, todavía les quedan otros tres días en A Toxa y Portonovo compartiendo las veinticuatro horas del día.