Un testigo vio cómo el detenido en Baiona arrastró por el suelo al productor de Celta TV

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El detenido, este miércoles, cuando era trasladado al juzgado
El detenido, este miércoles, cuando era trasladado al juzgado Laura León

La Guardia Civil atribuye un homicidio imprudente al implicado, pero la jueza ha dejado el delito pendiente de definir a la espera de que avance la investigación

12 jul 2018 . Actualizado a las 15:59 h.

Ilia Pereira Estévez, un disyóquey de Baiona de 23 años, quedó este miércoles en libertad con cargos tras comparecer ante una jueza de instructora de Vigo para declarar como investigado por la muerte del productor de Celta TV. Carlos Bermúdez, vigués de 47 años, fue hallado el día 5 de noche tumbado y semiinconsciente con un golpe en la cabeza en el suelo del aparcamiento La Palma, en Baiona. Murió en la uci el lunes 9. Todo apunta a que en una riña entre ambos, en estado ebrio, el joven empujó al otro, quien cayó y sufrió un golpe letal en la cabeza al impactar contra el pavimento.

La Guardia Civil atribuye un homicidio imprudente al implicado, pero la jueza ha dejado el delito pendiente de definir a la espera de que avance la investigación. Aún faltan pruebas claves como los resultados de la autopsia, el informe de una prueba de ADN a la que se sometió este miércoles el sospechoso y las declaraciones de un testigo que pasaba en coche y que, al parecer, vio cómo el implicado arrastraba por el suelo del garaje el cuerpo inconsciente de Bermúdez. El joven, siguiendo el consejo de su abogado, se acogió a su derecho a no declarar ante la magistrada porque faltan pruebas por conocer. En todo caso, la próxima semana habrá más declaraciones.

El detenido, un joven de melena y barba rubia nacido en Rusia, vive en Baiona con sus padres, quienes lo adoptaron cuando él tenía 4 años y lo trajeron a España. En su historial policial figuran delitos menores, el último en el 2012 por conducir sin carné y, antes, un hurto. Una allegada, que lo acompañó en el tribunal mostró su «sorpresa» por los hechos. Ilia Pereira trabaja a veces como pinchadiscos.

En su comparecencia, llegó vestido con sudadera y apoyándose en una muleta. Presentaba un moratón negruzco en la mejilla, a la altura de la barba, y en una mano. Al guardar silencio, no dio explicaciones de cómo se causó esas lesiones.

El principal testigo contra él es un conductor que pasó por el párking a las 5 horas y vio cómo el joven arrastraba de un lado a otro el cuerpo del otro hombre. Se paró y acudió a socorrer a la víctima, pero, según alguna versión, el otro le dijo que él ya lo estaba auxiliando y llamando a emergencias. Por dicho motivo, la Guardia Civil le llamó al cuartelillo para tomarle declaración como testigo sobre lo que había visto. Al parecer, incurrió en contradicciones y la segunda vez que lo llamaron ya venía como detenido y no habló.

La autopsia, pendiente de revisiones técnicas, revela que Carlos Bermúdez Pérez sufrió una grave lesión en el cráneo, la cual es compatible con una caída acelerada sobre una superficie plana, en concreto, el pavimento de cemento del párking. No presentaba más contusiones por defensa o de pelea. A la uci llegó muy mal.

La jueza impuso al investigado la obligación de presentarse cada semana ante el tribunal y le prohíbe salir de territorio español. El joven podría volver a declarar cuando esté completo el expediente de la investigación y conozca las pruebas contra él.

Durante estos días hubo muestras de condolencias en el Celta.

Aclaraciones de la familia

Allegados de Carlos Bermúdez negaron que este estuviese ebrio cuando tuvo el encontronazo con el joven que, supuestamente, le dio un empujón que lo tiró al suelo. «Carlos no estaba ebrio, estaba de vacaciones en Patos y se fue a Baiona a tomar una copa como tiene derecho cualquier ciudadano pero eso no quiere decir que estuviese embriagado», dijeron las mismas fuentes. Niegan que el joven y el promotor de Celta TV se conociesen ni tuviesen relación alguna aunque es posible que ambos charlaran porque «Carlos era un currante, un chico lleno de vida, muy sociable, una persona súper tranquila y que hablaba con las piedras pero a ese joven no lo conocía de nada. Fue un encontronazo, una cosa ocasional que terminó en mala fortuna», dijo una allegada.

La familia agradeció las «impresionantes» muestras de apoyo tras «seis días de dolor en la UCI pensando si salía con vida o no». Bermúdez deja a dos hijas adolescentes.

Otras fuentes distintas matizan que el implicado, en lo que parecía que estaba arrastrando a la víctima, en realidad podría estar intentando reanimarla o ayudarla a respirar. Es lo que deberá aclarar la próxima semana el testigo que vio a los dos hombres en el párking.