Un proyecto metido en el laberinto

GRADA DE RÍO

RC CELTA

La oposición al centro comercial deja al Celta con los montes de Pereiras como única certeza

25 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La oposición de los comuneros de Tameiga a vender parte de su monte para la construcción del centro comercial que consta en el proyecto de la ciudad deportiva del Celta en Mos hace tambalear el proyecto, que se ha encontrado con más inconvenientes y oposición de la que cabría esperar después de la escenificación del pacto de Los Escudos. A día de hoy, los montes de Pereiras para la construcción de los campos del fútbol parecen lo único sólido.

¿En qué punto se encuentra el proyecto?

El Celta ha emprendido un camino que pudiera tener un final diferente al esperado. El club arrendó por 30 años 14 hectáreas de los montes de Pereiras y eligió el proyecto de Irisarri-Piñeira para levantar la cuidad deportiva. Incluso el presidente ya habló de la colocación de mojones para delimitar el terreno en el monte alquilado y se prevé una tala de árboles en la zona afectada que no debería dilatarse en el tiempo. Esa primera fase parece encaminada, pero el resto del proyecto a día de hoy suena a utopía.

¿Es viable la ciudad deportiva sin Tameiga?

La ciudad deportiva como tal sí, pero el proyecto se sustentaba en un área comercial que ahora se ha puesto imposible. Desde el principio se ideó hacer todas las instalaciones deportivas en Pereiras a excepción del campo del Celta B, que quedaría para Tameiga, en el corazón del monte comunal, y muy próximo a lo que sería el área comercial que se llevaría 140.000 metros cuadrados. Esa zona de ocio se presentaba como pieza angular del proyecto para la cúpula celeste. Lo que parece no correr peligro son los dos campos que Mouriño quiere inaugurar a principios del 2019. Las licencias del Concello de Mos no debieran demorarse en el tiempo.

¿Por qué se anunció la ciudad deportiva sin tener todo atado?

«Están poñendo o carro antes do bois» comentó más de un actor implicado días después de que Mouriño, arropado por toda la sociedad gallega, anunciase en el Pazo Los Escudos y en el multiusos de Mos el proyecto de ciudad deportiva. Para entonces solo habían avanzado con la anterior junta directiva del monte de Pereiras y habían mantenido un par de encuentros con la cúpula de Tameiga. El pensamiento general es que Celta se vio en medio de una batalla política entre el Concello de Vigo y la Xunta y decidió dar el paso con la esperanza de ir allanando el camino con el tiempo, algo que no ha sucedido.

¿Qué oposición se ha encontrado el proyecto durante este tiempo?

La Modificación Puntual del PXOM de Mos destapó la caja de los truenos. El primero en poner objeciones fue el Concello de Vigo, que cifró en nueve millones el gasto que le supondría al municipio sin tener nada de retorno, cuestionando también el impacto económico y destacando los problemas de abastecimiento, de tráfico y de transporte que originaría la nueva área. Poco después la Consellería de Medio Ambiente emitía un informe advirtiendo de la dificultad de una hipotética expropiación, sacando a relucir el problema de la captación de aguas, además de los ya conocidos, la reducción del monte y el impacto ambiental, además de afectar al patrimonio al existir un yacimiento romano en Pereiras.

¿Se descuidó el tema de las captaciones de aguas?

Desde un primer momento Tameiga advirtió de que los pozos de captación esparcidos por el monte y que dan suministro a cinco parroquias de Mos se presentaban como un punto angular para poder llegar a un acuerdo. El Celta se comprometió a elaborar un documento recogiendo el impacto y dando soluciones y lo único que le entregó ?según los comuneros? fue un documento de localización de punto en donde se encontraban los pozos. Un informe que tampoco convenció a las comunidades de aguas del Concello de Mos, que también preparan actos para expresar su oposición al proyecto. Además del desconocimiento de la potabilidad y la pérdida de caudal, los comuneros del agua pasarían de pagar 20 euros al año por el abastecimiento a abonar esa cantidad todos los meses.

¿La situación actual afecta al acuerdo con Pereiras?

El acuerdo por 30 años está cerrado y firmado y el Celta puede disponer de esos terrenos, pero la concepción de la ciudad deportiva, con todos sus servicios y dependencias, pudiera variar en función de la financiación. Solo en servicios el Celta tenía pensado invertir 40 millones de euros, una cifra que da muestra de las cantidades que se manejaban para llevar a cabo el proyecto según el diseño de Irisarri. En Pereiras está proyectado construirse ocho campos de fútbol con dimensiones idénticas a las de Balaídos y dos más de fútbol 7, además de completar la oferta deportiva con un pabellón, una piscina y un spa.

¿Hay alguna opción de retomar el asunto con Tameiga?

Si le requieren, Tameiga volvería a sentarse con el Celta, pero por cortesía. El mandato de la asamblea comunal es que el monte no se vende, sino que se capitaliza. Para ellos la opción de vender al Celta es un caso cerrado, porque además de perder superficie y poner en duda la razón de ser de la entidad, tampoco sería un negocio. Piensan que de poco vale recibir una cantidad importante de dinero si lo tienen que gastar antes de cinco años para que el impuesto de sociedades no se lleve el 30 % en impuestos y al cabo de ese lustro quedarse sin dinero para poder atender el patrimonio adquirido. Aunque el argumento parece irreprochable, el Celta filtró que ve la postura como un pulso negociador. Los comuneros ya dejaron claro que no van a pedir ni más dinero ni contrapartidas, lo que pone en duda la teoría.

¿Se puede recurrir a la vía de expropiación para el monte de Tameiga?

La ley autonómica deja bien claro que «os montes veciñais en man común son bens indivisible e inalienables e inembargables que solo poderán ser obxecto de expropiación forzosa por causa de utilidade pública ou interese social prevalente ao do monte», un requisito que parece difícil que cumpla querer levantar un centro comercial. El propio Celta, en sus contactos con los comuneros, les dejó claro que no contemplaba la vía de la expropiación y que buscaba otras alternativas. En este asunto también hay que tener en cuenta el anuncio que hizo Núñez Feijoo, el presidente de la Xunta, en el acto de Los Escudos, mostrando su total apoyo a la iniciativa del Celta «sempre que se cumpra a legalidade».

¿Cuáles serán los próximos pasos?

La única fecha conocida en la agenda del contencioso tendrá lugar a lo largo del próximo fin de semana. Todos las comunidades de aguas del Concello de Mos han convocado asambleas generales para el próximo sábado o domingo según el caso para expresar su rechazo al proyecto, como se deduce del encabezado del único punto del orden del día: «Respaldo da asemblea no rexeitamento ao centro deportivo e comercial do Celta de Vigo en Mos».

¿Pudiera renunciar el Celta al centro comercial?

Da la impresión que esa opción no se contempla. Mouriño siempre ha conjugado estabilidad con patrimonio y bajo ese patrón se levantó la sede de Príncipe, por ahí vino el litigio con el Concello de Vigo por Balaídos con los locales comerciales en el punto de mira, y sin centro de ocio en Mos, parece difícil que se pueda sostener la idea originaria de la ciudad deportiva.