Cinco segundos para descubrir el secreto celeste mejor guardado

Miriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Celta

Unos 200 aficionados acudieron a A Sede para conocer con un método innovador las nuevas equipaciones

08 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«¡Venga! ¿Lo filtramos ya?», comentaban un grupo de jóvenes móvil en mano dispuestos a tuitear lo que acababan de ver. Porque el secreto de estado en el que se habían convertido las camisetas del Celta dejaba de serlo ayer a las cinco de la tarde. A partir de esa hora, los celtistas se asomaban a una pequeña cabina para descubrir el misterio que el club les había pedido que no desvelaran; tenían cinco segundos (aunque el club no fue estricto) para quedarse con todos los detalles.

Aunque a pocos minutos de la hora fijada parecía haber poca expectación, al final fueron alrededor de 200 celtistas los que se acercaron a A Sede para experimentar con la novedosa propuesta que el club había lanzado. Tiempo limitado y prohibidas las fotos, que a lo largo de la tarde sí acabó difundiendo el club en las redes.

Los que por allí se pasaron fueron los primeros en contemplar los nuevos diseños. El celeste, con detalles en el mismo color, con el trisquel ahora en la parte delantera y los detalles también en celeste, un poco más oscuro; el cuello, redondo y con un botón. La acogida fue mejor que la de una segunda equipación que, sin llegar a defraudar, generó más dudas. Esta otra, también con la misma forma de cuello pero sin botón, es de color morado, con rayas horizontales y detalles en fucsia. Aun así, tampoco se quedó sin adeptos.

Al ser preguntados nada más salir de la cabina, algunos se llevaban las manos a la cabeza. «¡Uff, para dar detalles me pillas!», exclamaban. Otro se confundían ya en algún dato, pero en general salían encantados. Incluso algunos repetían, dado que la celeridad del trámite hizo que la cola para ver las camisetas avanzara mucho más rápido que la que se formó de manera paralela para dejar los datos y entrar en el sorteo de una de esas equipaciones.

Los pequeños, con banco

En ese sorteo se fijaba el pequeño Mateo, que como todos los niños, necesitó subirse a un banco para que su mirada alcanzara, al preguntarle si iba a intentar convencer a su madre para que se la comprara. «Hay un sorteo, a ver si nos toca», decía el chaval, que se había aproximado un poco temeroso para conocer de primera mano las camisetas. Presumía, eso sí, de que ya tenía unas cuantas.

Otros aficionados, como Lola, celebraban que los diseños definitivos no se hubieran correspondido finalmente con algunos que habían circulado en las redes en los últimos días. Y las redes fueron precisamente un hervidero opiniones, la mayoría positivas. In situ, también ganaban en número los que elogiaban que se hubiera innovado con el sistema.

Ya a primera hora de esta mañana, el club mostraba públicamente a través de un vídeo también la segunda equipación: