El rebautizo de Balaídos separa aún más a Caballero y Mouriño

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

La junta de gobierno municipal aprobará el cambio de nombre del estadio local

06 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, y el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, escenificaron el lunes la ceremonia para volver a bautizar el estadio municipal de Balaídos. Tras la reforma en marcha, como si se tratara de un bebé que acaba de ver la luz, Mouriño y Botas apadrinaron el nombre del nuevo estadio como Abanca-Balaídos. Pero no contaron con el padre de la criatura, el Concello, que es el titular de la instalación y el que se está dejando los cuartos para que el niño luzca cada día más bonito y los padrinos no se marchen solos a celebrar el banquete a una finca de Mos.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, mostró ayer su apoyo a que el estadio municipal de Balaídos pase a denominarse Abanca Balaídos, aunque manifestó que echó de menos «una llamada de cortesía» del club celeste para informarle de los avances en este asunto. Precisó que «el nombre del estadio lo tiene que cambiar la junta de gobierno del Ayuntamiento de Vigo», ya que se trata de «un bien público» y, por tanto, él como alcalde es «el responsable que tiene que hacer el cambio».

«No hubiera pasado nada por una llamada de cortesía al alcalde», criticó Caballero puntualizando que sí recibió una por parte de responsables de Abanca pero no de parte del Celta, que no le invitaron a la ceremonia.

El nuevo acuerdo de patrocinio tendrá una duración de diez años y el regidor vigués lo valora como una evidencia de que «el Celta hace programa de permanencia en Vigo a largo plazo».

Abel Caballero explicó que el club le trasladó «hace muchos meses, más de seis o siete», la propuesta para renombrar el estadio, una iniciativa que «con independencia» de su «opinión personal», tiene su «apoyo». Insistió en que «todo aquello que favorezca al Celta de Vigo» y la permanencia del club en la ciudad «va a tener el apoyo» de un Gobierno local que «siempre estuvo al lado del Celta, incluso en las épocas más difíciles».

En esta línea, recordó que el club «salió del concurso de acreedores hace nueve años» gracias a un convenio rubricado con el Ayuntamiento que echó un balón de oxígeno a la entidad cuando estaba con el agua al cuello.

El alcalde señaló que ahora el Ayuntamiento espera recibir «una petición por escrito» sobre este asunto que deberá ser estudiada por la junta de gobierno municipal. Cuestionado sobre la concesión del estadio en alquiler, Abel Caballero manifestó que en el momento en el que tenga «el informe económico», se iniciará el proceso.

Marea de Vigo exige que el asunto sea tratado en el pleno y el PP aplaude el acuerdo

El portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, manifestó su oposición a que el estadio sea rebautizado como Abanca Balaídos. Sostiene que «Abanca ya no es una caja de ahorros con vocación social como era Caixavigo, que tenía que destinar el 17 % de sus ingresos a revertirlos en la sociedad». Por eso cree que es necesario abrir un debate sobre la denominación del estadio.

Pérez cree que el marco adecuado para esa discusión sobre el nombre que tiene que tener un bien patrimonial es el pleno municipal.

La portavoz del Partido Popular, Elena Muñoz, piensa que este tema «se debería hablar con el gobierno local y la corporación». Cree que es bueno que el Celta busque patrocinios y financiación. En este sentido valora positivamente que «la primera entidad financiera de Galicia y otra empresa como Estrella Galicia estén apoyando el buque insignia de la ciudad».

En cambio, Elena Muñoz lamenta que la reforma del estadio se haya hecho a costa del erario de todos los vigueses en lugar de haber dado el estadio en concesión y que fuese la entidad celeste la que asumiese el coste de la obra y la reforma.

En estos momentos, el Concello, con ayuda de la Diputación, está pendiente de iniciar las obras que quedan, que son las gradas de Gol y Marcador. También se acometerá la construcción de un aparcamiento subterráneo que tendrá mil plazas de capacidad para vehículos. Las obras van con retraso porque hubo recursos que motivaron que se alargaran los plazos.