La memoria de Denis Suárez

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El barcelonista crea por iniciativa propia una escuela de fútbol en Salceda con fines deportivos y con un matiz social, con profesores de apoyo incluidos

24 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Denis Suárez (Salceda, 1994) no olvida sus raíces ni sus inicios. «Siempre quise tener un equipo de categorías inferiores y este proyecto es algo que me hace mucha ilusión». Por eso decidió poner en marcha la Escola Denis Suárez, un proyecto que nace con doce equipos de fútbol base desde minis hasta juveniles y que pretende convertirse en la referencia del balompié formativo en la comarca, aunque el barcelonista no solo quiere centrar en el proyecto en lo deportivo, sino que también tiene en mente contar con profesores de apoyo para aquellos niños que lo necesiten. La iniciativa también tendrá un marcado acento social.

Denis todavía tiene en mente aquel niño que con cuatro años tuvo que comenzar a peregrinar, con el sacrificio de sus padres, para poder jugar al fútbol como federado. «Yo cuando comencé con cuatro años no pude hacerlo aquí porque no había y tuve que ir a O Porriño, y yo quiero que los niños de Salceda puedan tener las mayores oportunidades posibles, que no les falte de nada y ojalá puedan llegar a competir al mejor nivel e incluso llegar a la élite», comentó Denis a La Voz.

Por eso decidió montar su propio-equipo escuela. «Nadie me lo propuso, fue iniciativa mía», quiere dejar claro.

Para llevarlo a cabo el centrocampista del Barcelona se puso en contacto con Héctor Queijeiro, un hombre con dilatada experiencia en el fútbol formativo con el Celta. Estuvo en A Madroa, luego en Campeche, más tarde en Rumanía y hasta tuvo una breve estancia en China. Ahora sienta las bases del proyecto de Denis en Salceda, que no parte de cero, porque la iniciativa absorbe la sección de fútbol de las escuelas deportivas municipales. «Las vamos a gestionar nosotros, tanto deportiva como económicamente ?explica Héctor. Vamos a respetar todos los equipos que hay, a todos los jugadores y a todos los entrenadores». Eso significa que heredan 166 jugadores, aunque la idea para esta primera temporada es alcanzar los 200 futbolistas repartidos en once equipos, que van desde el juvenil, que seguirá teniendo la denominación de Caselas, pero que depende de la Escola Denis Suárez, hasta los minis. En todas las categorías desde cadetes habrá equipos doblados.

Crecer en el futuro pasa en gran medida por ampliar instalaciones. Por el momento cuentan con un campo de hierba sintética de última generación en la parroquia de Parderrubias y esperan que el Concello cambie el césped natural de A Gándara, el campo en donde juega el primer equipo de la localidad, con la hierba natural para que pueda tener más actividad. El deseo de los coordinadores es mantener la apuesta por la formación, subir un peldaño el aspecto competitivo y a corto plazo convertirse en una referencia dentro de la comarca de A Louriña.

El deporte es importante, pero no lo único que motiva a Denis Suárez a montar esta iniciativa, a la que también quiere darle un marcado matiz social. «Es un proyecto no solo a nivel futbolístico, sino que tengo en mente que los niños que tengan dificultades ayudarles con profesiones de apoyo. No solo un proyecto deportivo, sino también a nivel social», dice el que fuera jugador del Celta hasta el primer año de juveniles.

Por eso, el mensaje para los que serán sus primeros futbolistas es diáfano: «Les diría que se diviertan y no piensen ‘voy a llegar a tal sitio’, porque es muy difícil. Ojalá que alguno de los que pasen por mis escuelas puedan llegar al fútbol de élite, pero sobre todo que lo pasen bien y que disfruten». Ayer, horas después de firmar el convenio con el Concello, vivieron un particular día de fiesta con la presentación de la Escola y del Campus Denis Suárez en el auditorio municipal con su ídolo de principal protagonista.