El Celta B toma ventaja ante el Marbella en un Barreiro a rebosar

La Voz

GRADA DE RÍO

Los goles de Dejan Drazic y Juan Hernández permiten a los de Albés dar un paso de gigante para superar la primera eliminatoria por el ascenso a Segunda

20 may 2018 . Actualizado a las 23:38 h.

El Celta B dio el primer paso para mantener viva la llama del ascenso a Segunda. En un inicio pletórico de partido le endosó dos goles al Marbella y luego supo sufrir para guardar la renta y no encajar (algo vital como local en una eliminatoria), aunque el partido cambió de tendencia cuando Dejan Drazic tuvo que dejar el campo por molestias antes de llegar al descanso. Antes, el serbio había hecho parte del trabajo marcando el primero, mientras Juan Hernández, tres minutos después hacía el segundo.

El filial entró en el play-off del mismo modo que acabó la Liga, al galope. Durante los 20 primeros minutos fue un huracán imparable para un Marbella que quiso tirar de veteranía y se encontró con un ciclón celeste. Tres córneres con intención, una caída con pinta de penalti de Agus Medina y el juego de Dennis Eckert a la espalda de los centrales fue el preludio de tres minutos mágicos. Porque el rechace del cuarto córner acabó con una volea de Drazic al fondo de las mallas y porque la llegada siguiente fue un medido pase al segundo palo que Juan Hernández convirtió en gol.

Con el 2-0 el Celta B reculó, perdió de vista y por completo el balón, se quedó sin el faro de Drazic por lesión y el Marbella pasó a monopolizar el esférico. Añón en dos ocasiones, con tiros lejanos y ajustados, le puso emoción, dejando claro que la eliminatoria y el partido estaban muy vivos.

El segundo tiempo combinó el sufrimiento del Celta B por jugar sin balón, con fases en donde intentó combinar y defenderse con el esférico en los pies. En la primera versión, la de inicio, Kevin y Juan Ros resultaron providenciales al sacar dos balones bajo palos cuando el Marbella ya cantaba el gol. El capitán, como de costumbre, firmó un partido excelso.

En la recta final el filial pudo estirarse un poco más y no estuvo lejos de marcar el tercero, lo que supondría un cheque en blanco para la vuelta. Pero en la más clara a Dennis Eckert se le hizo de noche en el uno contra uno ante el portero andaluz. Luego Pastrana disparó demasiado alto en otra buena llegada y para cerrar la mañana de nuevo el delantero alemán puso a prueba a Wilfred con un disparo demasiado centrado.

El primer asalto murió tras cinco minutos de alargue y con los célticos demostrando que también saben enfriar los partidos, un asunto clave para sobrevivir al infierno que con toda probabilidad le espera dentro de siete días en Marbella.