Inestabilidad, pasado y confianza

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta pudo acusar a nivel psicológico la sombra del curso pasado y la mala dinámica final

16 may 2018 . Actualizado a las 23:15 h.

El fútbol es algo más que saber tocar el balón, conectar con los compañeros y dar con la tecla para anular al rival. Es también saber gestionar grupos, establecer liderazgos, manejar expectativas y, en general, conseguir que todas las piezas del puzle encajen. Las del Celta no lo han hecho esta temporada. Sobre el terreno de juego no se percibió el fútbol de memoria y de autor de otras campañas, y en el aspecto psicológico la sensación es que el equipo se fue desmoronando o que, incluso, le faltó hambre.

¿Caída psicológica?

Los factores externos. Saber desde fuera si el Celta se cayó mentalmente es complicado, subraya el psicólogo deportivo Julio Torrado, que recuerda que los rivales también compiten y que las etapas inestables no son favorables para cosechar los mejores resultados. «É difícil saber se o equipo caeu mentalmente sen estar dentro porque non coñeces as dinámicas e moitas veces a explicación non está nun mesmo, senón en que os demais tamén xogan. É certo que se o club pasa por certa inestabilidade, é máis normal que a incertidume xere dificultades, e iso produce máis ansiedade, certa obsesión por cumprir obxectivos a curto prazo en vez de a longo. A ansiedade é normal en épocas máis inestables».

En ese sentido, el Celta lleva un tiempo con muchos frentes abiertos en el apartado institucional. El pulso de Mouriño y Caballero por la ciudad deportiva y el estadio ha hecho correr ríos de tinta. En los últimos tiempos uno de los consejeros del presidente presentó su renuncia. Y también desde hace meses se habla de que muchos clubes podrían acudir al mercado para llevare a los principales nombres del equipo. Además, el apoyo masivo del celtismo a Berizzo no lo logró Unzué en ningún momento.

Las dinámicas

El peso de la confianza. Madó González, psicóloga deportiva, tampoco se atreve a aventurar si el Celta se cayó psicológicamente antes de acabar la temporada. Pero tiene claro que las dinámicas cuentan, y en ese sentido, en los dos últimos meses el equipo de Unzué solo fue capaz de ganar un partido y empatar otros tres. «Normalmente o que pode acontecer é que cando hai un mal resultado encadeas outros seguidos porque dalgunha forma afecta. Un comeza a pensar que xa non estás tan ben, comezan a escaparse os postos de arriba, entón entras nunha cadea de ansiedade que inflúe no rendemento», detalla la especialista. ¿A qué se debe que eso suceda? A la confianza. «Normalmente, independentemente doutros factores físicos que poida haber, é por falta de confianza. Un comeza a pensar que vai a perder o seguinte partido, que non se está a xogar igual, comezas a pensar dese xeito negativo, e inflúe».

El detalle

El peso del pasado. Cuando Unzué tomó las riendas del equipo, el reto de regresar a la Europa League estaba sobre la mesa, pero se insistía en que no era una obligación, sino una ilusión. Sin embargo, el buen trabajo hecho anteriormente por el equipo de Berizzo, con dos semifinales incluidas, fue una sombra muy alargada. «O que fai é que xera presión. Dicir: ‘Antes eramos capaces de facer iso, pero que agora non’. Acarrea unha presión excesiva que se non dás controlado, é negativo», destaca Madó. «A principio de temporada las expectativas no eran estas, pero lo que ha habido es un cambio en el modelo de juego y los resultados no fueron los esperados. Probablemente ha influido que este grupo ha sido semifinalistas de la Copa y la Europa League», considera Julio Álvarez-Buylla. Para el entrenador de fútbol y coach deportivo, el Celta no se ha caído a nivel psicológico, pero «los grupos, cuando llevan cierto tiempo jugando y compitiendo, pues al final tienen sus puntos fuertes y débiles, pero probablemente se van acomodando, perdiendo un poco el hambre, y a veces es bueno cambiar para elevar el nivel de motivación». El técnico no detecta ningún bajón mental en las filas celestes, pero sí de ambición. «Lo que sí creo es que en determinados momentos a lo mejor faltó un pequeño plus de ambición, sobre todo en algunos partidos que se echó de menos esa hambre».

El precio de reajustar las expectativas a la baja

Cuando los objetivos parecen difíciles de alcanzar, las expectativas se moderan. «Posiblemente as expectativas mudaron dende o principio ao final. Entón, durante o ano un vaise reaxustando e se se reaxusta á baixa, o equipo aspira a menos. Se para chegar a un oito tes que aspirar a un dez, e se despois o reaxustas a un oito, vas chegar a un seis. O problema é que non hai unha resposta branca ou negra. O reaxuste é posible que se dese», analiza Torrado de la campaña celeste. En esa línea, Álvarez-Buylla pone el acento en la importancia de que exista un alto nivel de competitividad dentro del equipo ya que repercutirá en el grupo. «La competencia siempre genera un aumento del rendimiento».

Torrado pone el acento en que a la hora de hacer valoraciones, a pesar de que el resultadismo impera en el deporte, es importante considerar otros aspectos. «É importante ter en consideración factores coma o crecemento persoal que supuxo para os futbolistas, a mellora do grupo, o aproveitamento das oportunidades que fixo a canteira, o crecemento grupal».

Trabajar la mente

El Celta se prepara para dejar atrás una temporada ramplona y quizás también un cierto bajón en la confianza individual y grupal. ¿Cómo se recupera? Con entrenamiento. «Traballando dende o primeiro día, adestrar esa parte e facer adestramento mental dende o primeiro día da tempada ata o último. Traballar con obxectivos a curto e medio prazo, que sexan a nivel individual e colectivo», receta Madó.