La nada a la hora de la verdad

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El Celta, cuando se estaba jugando entrar en la Europa League, tan solo fue capaz de sumar seis puntos en seis contiendas

08 may 2018 . Actualizado a las 00:15 h.

El Celta llegó al último mes y medio de competición con posibilidades reales de reeditar la clasificación europea. Lo único que tenía que hacer era no fallar, hacer un buen tramo final de temporada y esperar a que sus rivales por la séptima plaza frenaran. Pero sucedió todo lo contrario. El equipo de Juan Carlos Unzué ha protagonizado un último mes de lo más ramplón que ha dejado al equipo sin opciones de volver a la Europa League a pesar de que sus contrincantes se lo han puesto hasta fácil. El Celta no regresará al torneo continental por el buen hacer ajeno, sino por los errores propios, ya que en las últimas seis contiendas, las que estaban llamadas a marcar el futuro, tan solo fue capaz de sumar seis puntos, con una única victoria en el expediente.

El triunfo con goleada incluida al Sevilla fue la última gran satisfacción del celtismo. El 4-0 sobre el equipo andaluz dio paso a una derrota dolorosa en Leganés que se intentó enmendar con el sonoro empate con el Barcelona. Luego llegó la igualada con el Valencia, el fiasco 4-1 en Villarreal y las tablas del derbi. Media docena de puntos que han dejado a los vigueses sin objetivos a dos semanas de que concluya la competición. «Hemos hecho cosas mal que si hubiésemos hecho bien, o corregido mucho antes, estaríamos en otra situación», dijo Hugo Mallo tras el derbi. El capitán del Celta incidió en la idea de que hay grandes rivales en el camino continental y con presupuestos más ambiciosos que el celeste, por lo que no se puede tachar de fracaso el no conseguir el reto, solo de «desilusión».

Lo cierto es que a la hora de la verdad, el Celta, plano y desmotivado en la mayoría de las contiendas -solo con los grandes se vio su mejor versión- no apuró el paso cuando tocaba, mientras equipos más humildes y necesitados como el Levante puntuaban a ritmo europeo para salvarse. Los 12 puntos de la Real Sociedad, los 13 de un Betis al todo le ha sonreído, o los 13 del Getafe son el camino que los de Unzué deberían haber seguido y no lo hicieron. En el pecado va la penitencia. Europa deberá esperar.