Los Cantero, tres generaciones vistiendo la celeste

GRADA DE RÍO

LA VOZ

El canterano Mario Cantero es hijo y nieto de exjugadores del Celta

24 abr 2018 . Actualizado a las 12:14 h.

Nieto e hijo de exfutbolistas del Celta, Mario Cantero sigue los pasos familiares. El joven futbolista milita actualmente en el Cadete A del club vigués, al que llegó el curso pasado. «Lo importante es que juegue y se divierta, que esté en el Celta es una circunstancia, aunque está claro que hace ilusión», comenta su padre, Ignacio Cantero (céltico entre 1988 y 1991), hijo a su vez de José Antonio Cantero, jugador del equipo celeste en los 60 fallecido el pasado verano.

Cuenta precisamente Ignacio que fue poco antes de morir cuando el abuelo de Mario le vio jugar por primera vez. «Casualidades de la vida, no había ido a un partido suyo nunca antes y este verano, sin saber que le íbamos a perder tan pronto, le vio en un par de ellos y quedó encantado», rememora. Ver a su nieto con la misma camiseta que él lució en su día le hizo «muchísima ilusión», revela.

También para Ignacio es un hecho que le llena de satisfacción. «Es muy especial que esté en el equipo más representativo de Vigo, y después no deja de ser curioso que su abuelo viniera de Valladolid aquí a jugar en el Celta, que yo también lo hiciera y que ahora él tenga la oportunidad desde pequeño. No es nada fácil», comenta. Como tampoco lo era que Mario tomara también el testigo de José Antonio como internacional en categorías base. «Solo fue convocado una vez con la sub-16, pero para mí fue emocionante, porque mi padre fue internacional juvenil en los 50 y que 60 años después otro Cantero consiguiera algo similar me hizo acordarme mucho de mi padre», revela.

Dice Ignacio que José Antonio era muy dado a relatar al resto de la familia historias de su etapa celeste. «Creo que me empezó gustar el fútbol por todo lo que me contaba. En mi casa tenía recortes del año de la polca de periódicos y todo es me impregnó e hizo que me apasionara el fútbol desde pequeño», apunta. Incluso guarda amistad con antiguos compañeros de su padre como Pedrito -que entrenó a Ignacio en el Celta-, o Agapito Viñas, entre otros. Con esos antecedentes, era inevitable que a Mario no le gustara el fútbol también.

Asegura el excéltico de segunda generación que nunca sintió presión por seguir los pasos de su padre y que su prioridad es que tampoco sus hijos -tiene otro que juega en el Pontevedra- la sientan. «A mí jugar en el Celta me parecía inalcanzable, dificilísimo. Luego las circunstancias me dieron esa posibilidad y fue una gran ilusión», señala. Pero recuerda que jugar en un equipo profesional «tiene mucha dificultad, porque hace falta ser bueno y que te acompañen otras circunstancias que rodean este mundo». Él pudo cumplir un sueño, pero quiere que Mario siga su propio camino. «Me gusta que lo pase bien, en el Celta o dónde sea. Hago mía esa frase de que cuanto mejor juegas, más te diviertes».

Ignacio pertenece a la Agrupación de Veteranos y acude regularmente a A Madroa a ver a su hijo. Pero no quiere que Mario deje de ser uno más por su apellido. «Las cosas llegan si tienen que llegar, ahora está en el Celta y a mí no se me ocurrió nunca hablar con nadie ni decir nada, el club no está para servirme a mí», señala. Sin embargo, ya son tres las generaciones de la familia Cantero que sí han servido al Celta.

Otros casos

Otro caso actual de tres generaciones con pasado y presente en el mismo club es la de los Fernández. Manu Fernández Arroyo, actual miembro del equipo juvenil, es hijo de Manel Fernández Anidos y nieto de Manuel Fernández Amado. Casos actuales de dos generaciones son también el de un hijo de Bacjetic y otro de Míchel Salgado.