«Creo que el paso definitivo que ha tenido este año, y que el mérito es de Marcelino, es acercarle denitivamente al área, porque como era un jugador que sabía pasar, puede ir al espacio, se sabe desmarcar, como es solidario en el repliegue y en el juego siempre lo puedes ubicar por fuera, en banda, como segundo punta, pero si lo acercas al área es letal», defiende Fernández Romo, que también mantiene una fluida relación con el jugador. Ahora esperan verle en el Mundial.