Las dos parejas goleadoras de la liga, frente a frente

La Voz

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

Iago Aspas y Maxi Gómez con 33 goles se enfrentan a la dupla Messi y Luis Suárez, que alcanzan los 52

17 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta-Barcelona será un duelo de goleadores. Al menos, en teoría, ya que sobre el césped de Balaídos pueden coincidir las dos parejas de atacantes más letal de la competición. Iago Aspas y Maxi Gómez son la referencia ofensiva del Celta. Entre los dos han rematado 33 de los 50 tantos marcados por los hombres de Juan Carlos Unzué, lo que supone que el 66 % de la producción ofensiva del equipo sale de las botas de la peculiar conexión Moaña-Paysandú.

Esa misma trascendencia, o quizás dependencia, que tiene el Celta de los goles de sus dos internacionales se repite en las filas del Barcelona con la dupla Leo Messi- Luis Suárez. Entre el astro argentino y el uruguayo han marcado 52 tantos de los 81 que los de Valverde acumulan en el campeonato regular. Es decir, el 65 % de los goles blaugranas llevan la puntilla de las dos veteranas figuras del equipo.

Messi ya ha celebrado 29 goles, Suárez lleva 23, Aspas ha marcado 19 y Maxi Gómez contabiliza 14. En el caso de los célticos, en los últimos tiempos su producción se ha resentido, pero siguen estando en el top de goleadores de LaLiga.

Reflejo celeste

Las dos parejas de goleadores de coinciden en sus equipos en su realidad. Si Messi es la figura del Barça, Aspas es la del Celta y, al igual que en Barcelona, se ha generado una significativa dependencia de los vigueses respecto al moañés. Los dos, con un perfil que se adapta a jugar en punta, en banda o como segundo delantero, rematan, pero también hacen jugar a sus equipos. Cada uno a su nivel, destaca por su movilidad y por tener una capacidad de desequilibrio diferencial.

Maxi Gómez y Luis Suárez, compañeros de fatigas en el vestuario de la selección charrúa, son diferentes a sus compañeros. Son depredadores del área. Poderosos, su instinto les lleva a rematar, aunque con el balón en los pies saben moverse. Su demarcación es en punta y el céltico está llamado a ser el heredero de su ídolo.