«Al campo vamos a ver fútbol, no a hacer política»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Fuentes del Ayuntamiento dicen que la ciudad «sabe muy bien a qué razones obedece» la decisión de apartar al alcalde en el palco

16 abr 2018 . Actualizado a las 23:54 h.

El anuncio del Celta de que Carlos Mouriño se alejará de Abel Caballero en el palco fue interpretado ayer en el Concello como un movimiento para ahondar en la división entre las dos instituciones. Fuentes del Ayuntamiento son rotundas: «Nosotros vamos al campo a ver fútbol, no a hacer política». Las declaraciones del mismo entorno dejan muchas sugerencias flotando: «Este gobierno fue democráticamente elegido por los ciudadanos y se debe a los ciudadanos. Otros defienden sus intereses», una alusión que, aunque velada, parece dirigida a la condición de empresario de Carlos Mouriño. Esta declaración «no obedece al interés del Celta y la ciudad de Vigo sabe muy bien a qué razones obedece».

El gobierno local siempre insiste en que defiende los intereses de la ciudad y en que Balaídos está viviendo la mayor remodelación de su historia. «Hay dos gradas hechas y el proyecto de Gol, Marcador y el aparcamiento está en marcha. Ningún campo de fútbol de España está en una remodelación de esta envergadura pagada con fondos públicos; en tiempos y plazos adecuados», aseguran fuentes municipales.

Está por ver si esta tarde el alcalde Abel Caballero acude finalmente al estadio.

El Celta anunció por la tarde que ningún miembro de su consejo de administración se sentará al lado del alcalde de Vigo, Abel Caballero, en el palco de Balaídos como hasta ahora era habitual. Avisaba de que esta medida se mantendrá hasta que cesen lo que consideran «ataques injustificados» al club y se cumplan los acuerdos a los que llegaron en su momento club y Concello. En las última semanas el conflicto entre ambas partes se había recrudecido al poner en duda el gobierno municipal la legalidad de la ciudad deportiva de Mos, un proyecto que, según el presidente del Celta, Carlos Mouriño, seguirá adelante «le pese a quien le pese».