La alcaldesa de Mos dice que hará la ciudad deportiva del Celta aun sin PXOM

GRADA DE RÍO

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Mos M.MORALEJO

El Concello tramita una recalificación sin la que no podría desarrollar el proyecto de Mouriño, pero asegura que lo construirá aunque la Justicia lo anule

11 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La alcaldesa de Mos no está dispuesta a renunciar a la ciudad deportiva del Celta. Ni siquiera aunque la Justicia anule el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), como le pide una demanda presentada ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. «O proxecto da cidade deportiva de Mos podería ser o mesmo con Plan Xeral que sen el porque a clasificación do solo é a mesma que antes, cando estaban en vigor as normas subsidiarias de 1992», aseveró ayer Nidia Arévalo. «A cidade deportiva do Celta sempre se podería construír en Mos», remachó.

Lo que no dijo la regidora es que el plan urbanístico califica los terrenos como de uso forestal. Y esto impide construir la ciudad deportiva que promueve Carlos Mouriño en Tameiga o cualquier otra cosa. El proyecto del Celta solo será posible con una recalificación del suelo. El Concello de Mos ya la está tramitando ante la Xunta. Ese mismo proyecto, al que ha tenido acceso La Voz, dice que busca incorporar instalaciones deportivas y comerciales «atendendo a novas necesidades non previstas polo PXOM».

Por tanto, el propio Ayuntamiento reconoce que sin la recalificación no se puede hacer la ciudad deportiva. Y si cae el PXOM, cae la recalificación. Es más, en virtud de ese plan, Arévalo firmó con Carlos Mouriño un convenio el 16 de diciembre para hacer la recalificación; ese convenio también quedaría invalidado. Si en las normas subsidiarias la calificación del suelo es la misma, también tendrían que modificarse esas normas de 1992.

La alcaldesa se reunió por la mañana con técnicos y parte de su equipo para elaborar una respuesta después de que La Voz publicase que existe una demanda contra todo el Plan Xeral y que amenaza con dejar en el aire el proyecto del Celta. «Ladran Sancho, señal de que cabalgamos», dijo Arévalo, según un comunicado del Concello que atribuye esa cita al Quijote de Cervantes, aunque en realidad en esa obra no aparece esa cita.

Nidia Arévalo centró la polémica en el demandante, del que dijo que quiere estar en Mos y no en Vigo para no estar en suelo rústico. La regidora declaró «agraviado» a su municipio por la presentación de esta demanda.

La Xunta se mueve para salvar el Plan Xeral

El origen de la demanda contra el Plan Xeral de Mos es una cuestión que afecta a un particular, que la alcaldesa ha identificado como un empresario de la zona de Rebullón al que le interesa pertenecer a Mos pero al que el documento urbanístico sitúa en Vigo. Sin embargo, la demanda trasciende el interés de esa persona, ya que se dirige contra todo el PXOM. Lo hace porque el plan urbanístico traza dos fronteras para el municipio de Mos. Una es la que ha venido utilizando tradicionalmente el Ayuntamiento porque se corresponde con la reflejada en las normas subsidiarias de 1992; esta es la que quieren tanto el demandante como el Concello. La otra es la del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y es la oficial; y la Xunta obligó al Concello a reflejarla en el PXOM.

El problema se da cuando el Ayuntamiento toma la decisión de dejar las dos fronteras y, además, clasifica el suelo que queda entre ellas. En otras palabras, el Concello de Mos dice qué se puede construir y qué no en terrenos que oficialmente pertenecen a Vigo, Ponteareas, Redondela, Pazos de Borbén y O Porriño. Al tiempo que cambia los límites fronterizos del municipio, no somete el cambio a información pública, de modo que los afectados consideran que no se les permite alegar.

El recurso contencioso-administrativo se dirige contra todo el Plan Xeral. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia deberá decidir si lo anula. Si esto ocurre antes de que se haya aprobado la recalificación para el Celta, el proyecto de Mouriño también caería. La demandada es la Xunta, porque es el organismo que aprobó el plan en última instancia.

El Gobierno gallego no quiso ofrecer ninguna información ayer. Sin embargo, La Voz tuvo acceso a la contestación a la demanda que el abogado autonómico ha remitido ya al Tribunal Superior. En ese informe jurídico, el Gobierno gallego reconoce la posibilidad de haber ordenado mal la zona del Rebullón, donde están las propiedades del empresario afectado. «No eventual caso de que a sala considerase acertados os fundamentos da recorrente, o fallo debería limitarse á anulación parcial do PXOM, restrinxida a ese concreto ámbito», plantea la defensa del Gobierno gallego. Es decir, este se muestra dispuesto a modificar ese ámbito concreto, pero quiere salvar el conjunto del Plan Xeral. Si lo logra, el proyecto de Mouriño para construir la ciudad deportiva, con un macrocentro comercial y varios campos de fútbol, se salvará.

Lo cierto es que el conflicto de lindes lleva años coleando. Ya cuando se estaba redactando el Plan Xeral de Ordenación Municipal, el Ayuntamiento de Vigo presentó un informe manifestándole al de Mos que estaba invadiendo su territorio. También lo hizo el Instituto Geográfico Nacional. Sin embargo, el Concello que dirige Nidia Arévalo, trató de que la Xunta aprobase su planeamiento urbanístico manteniendo las fronteras iniciales, las de las normas subsidiarias.

Sin información pública

Para el letrado de la Xunta, el Concello de Mos hizo bien cuando decidió no someter a información pública el cambio en los límites del municipio. Argumenta que, en realidad, no modificó el contenido del planeamiento, sino que hizo «un obrigado reaxuste do perímetro». La ley obliga a hacer una nueva exposición pública si se hace una modificación sustancial del Plan Xeral. Lo que dice el informe del Gobierno gallego es que, al margen de lo que recogiese el documento en un primer momento, los límites del municipio no variaron.

El Ayuntamiento defenderá ante el Tribunal Superior que no hizo grandes cambios

El Ayuntamiento de Mos todavía no ha contestado a la demanda que pide al Tribunal Superior que anule el Plan Xeral. Lo hará en los próximos días, según confirma el abogado que pleiteará en nombre del Concello ante la sala de lo contencioso-administrativo, Jerónimo Escariz. El letrado explica que su recurso se basará en que no era necesario sacar a información pública los cambios en el planeamiento urbanística aunque inicialmente marcase unas fronteras y después recogiese otras.

Escariz cree que no se trata de un cambio sustancial y, al igual que hizo el abogado de la Xunta, cita dos sentencias que considera similares y que afectaron a los planes urbanísticos de Láncara (Lugo) y de Marín, que habían sido recurridos por invadir los términos municipales de O Corgo y Pontevedra, respectivamente.

El abogado de Mos recuerda que los cambios afectan a una parte del territorio que es mínima y cree que el concepto de modificación sustancial, que obligaría a someter el plan de nuevo a exposición pública se reserva solo a aquellos cambios de gran envergadura, y que este no lo es.

Por ello, el Ayuntamiento de Mos va a pedir a la sala de lo contencioso que desestime la demanda.