Celtismo en Perú gracias a un videojuego

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Edu Burga quiso elegir un equipo con el que fuera complicado ganar la Liga y de ahí surgió su afición por el Celta

30 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Edu Burga es uno de esos celtistas por elección. En su caso, por elección en el juego PC Fútbol. «Quería manejar un equipo con el que realmente fuera difícil ganar la Liga. Luego, poco a poco, vas conociendo a los jugadores y les vas cogiendo cariño», recuerda. Difícilmente se podría haber aficionado de otra manera, puesto que este peruano nacido hace 45 años no tiene «ningún vínculo con Galicia», revela.

Su afición comenzó en el 92, a los 19 años. «Es ahí, a raíz del juego, donde empiezo a interesarme y a seguirlo regularmente», dice. Poco tenían que ver los medios que había entonces para estar al tanto de lo que sucedía en un equipo humilde del otro lado del charlo con la actualidad, celebra. «En ese tiempo Internet estaba en sus comienzos y el acceso a la información era bastante limitado. Me acuerdo que compraba el semanario Don Balón, que llegaba a Lima con dos semanas de retraso», recuerda echando la vista atrás.

A medida que iba teniendo más información a su alcance e incluso la posibilidad de ver partidos gracias a que algunos canales locales los retransmitían. «Con más posibilidades de estar al tanto del equipo, mi interés fue creciendo. Llegando a situaciones curiosas como por ejemplo levantarme un domingo a las 5.00 para ver los partidos cuando en España juegan al mediodía», revela. Y añade que eso era habitual cuando el equipo estaba «en el infierno de Segunda».

Edu forma parte de un grupo celtistas sudamericanos que por iniciativa de Marcelo Soutullo comparten un grupo de WhatsApp llamado Celtistas en América. «Somos 17 frikis de Brasil, Argentina, Chile, México, USA y un infiltrado de Moaña, Pablo Cordeiro, que pone la nota española en el grupo», comenta. El objeto de este grupo es reunirse «virtualmente para seguir y comentar los partidos del Celta».

Durante el tiempo que duran, bromea Burga, su esposa y sus hijos ya saben que le «pierden durante dos horas». A su hijo, sin embargo, no ha podido trasnmitirle el celtismo: «Tiene trece años y es del Madrid», lamenta. Pese a ello le regaló hace un par de años un llavero celeste hecho por él mismo: «Un detalle hermoso», cuenta emocionado. Este:

Sus primeros ídolos celestes fueron jugadores como Alejo, Patxi Salinas, Patxi Villanueva o Salillas. «Eran los primeros que empecé a conocer. Luego llegaron Berges, Engonga, Toni Prats...», rememora. Y más tarde, otros dos que hicieron que su vínculo con el equipo se reforzara todavía más: «El inicio de una gran época coincide con la participación de dos jugadores peruanos: Chemo del Solar y Juan José Jayo».

Desde aquellos tiempos ha visto crecer al Celta y también pasar por momentos difíciles. Pero su afición siempre ha ido en aumento. «Mi ilusión por el equipo ha sido cada vez mayor. Estoy convencido de que el Celta es un equipo en crecimiento constante que nos tiene guardadas alegrías. Con Mouriño las cosas están mejorando en muchos aspectos», señala. Uno de sus grandes sueños es llegar a presenciar un partido en el municipal vigués: «Estar en Balaídos y ver al equipo en directo sería lo máximo».