Balaídos cambió el fútbol por la música de Keltoi

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El municipal vigués fue escenario de la grabación del videoclip 'Unhas cores, un sentimento', con la participación de aficionados celestes

26 mar 2018 . Actualizado a las 09:18 h.

«¡Hoxe arde Balaídos!», anunciaba un aficionado antes de comenzar la grabación. No fue una convocatoria multitudinaria la de ayer en el municipal vigués -no era lo que se buscaba-, pero los aficionados que se congregaron en una tarde de domingo poco apacible y sin la posibilidad de celebrar goles celestes de por medio estaban entregados a la causa. A dejar patente el espíritu de la afición celeste en el videoclip del grupo vigués Keloti, correspondiente a su tema Unhas cores, un sentimento.

«Se non a sabedes, hoxe seguro que saídes de aquí con ela aprendida»,bromeaba la jefa de producción mientras el equipo trataba de resguardar los enseres musicales y de grabación de la lluvia. Porque justo a la hora en la que se había citado a los aficionados, los pronósticos de buen tiempo para ayer fueron desmentidos en Balaídos. Las condiciones climatológicas hicieron que hubiera que esperar. Y permitieron también que algún rezagado que admitía entre risas que el cambio de hora le había jugado una mala pasada llegara a tiempo. Algún otro comentaba que había tenido que sacrificar la siesta.

Mientras llovía y por tanto no se podía comenzar la grabación, los aficionados calentaban las gargantas. Lo hacían entonando el tema en cuestión -a buen seguro que todos se sabían la letra de principio a fin, ya que es habitual en la megafonía de Balaídos- y también otros que no estaban en el repertorio previsto para ayer, como el 1923 del propio Keltoi, la Foliada do Celta u otros cánticos clásicos.

Después del agradecimiento por parte de los miembros del grupo y los saludos a muchos amigos suyos que se habían sumado a la causa, llegaron las indicaciones y los detalles en cuanto el tiempo dio una tregua. No hubo «luces, cámara, acción», pero sí un megáfono para das las instrucciones a los celtistas y que todo saliera a la perfección. Carreras de un lado a otro del equipo, de la grada al terreno de juego y viceversa, con un ojo puesto en Tribuna, donde los más pequeños -no podían estar en la grabación por el uso de bengalas- no perdían detalle. La lluvia aún obligaría a otro parón, pero la afición conseguiría entre medias similar un día de partido en Balaídos: bufandas en alto, banderas, pancartas y, sobre todo, gargantas que retumban también desde el exterior de Balaídos. La bengalas pusieron el toque de color.