Un gol de factura internacional

GRADA DE RÍO

Salvador Sas

Aspas y Tucu firmaron uno de los mejores tantos del Celta esta temporada

07 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas faltan dos minutos para que se cumpla el tiempo reglamentario y en Balaídos hay cierta desesperación. El Celta ha apurado el paso en la segunda mitad, Pione Sisto ha probado un par de tiros, pero el marcador frente al Las Palmas sigue 1-1. Hasta que aparece el de siempre, Iago Aspas, y se encarga de poner patas arriba el partido con un jugadón de bandera que tiene en el Tucu Hernández a su perfecto rematador. Dos internacionales bien compaginados y una acción vertiginosa y brillante que compensó todas las lagunas viguesas.

A pesar de no atravesar su mejor momento de la temporada, los genios es lo que tienen, que en un suspiro cambian el rumbo de una contienda. En la jugada del 2-1 Aspas asumió el balón en la banda derecha, lo condujo con Ximo Navarro intentando cortarle el avance y con otros dos jugadores insulares a apenas un par de metros, en plena persecución. El moañés se aproximó a la línea de fondo, con parada técnica incluida para tumbar, literalmente, a Navarro, y se plantó en los últimos centímetros del terreno de juego.

Para entonces, el Tucu Hernández ya llegaba desde segunda línea a un área en la que Maxi Gómez y Pione Sisto esperaban listos para rematar la jugada. Pero ambos estaban más o menos cubiertos por sus marcas, mientras que el centrocampista no tenía rivales a su alrededor. Aspas levantó la mirada, lo detectó, y con la pierna derecha puso un perfecto balón bombeado a la posición donde se encontraba el internacional con Chile. Fue un pase medido, controlado y certero.

A pesar de que en las piernas Hernández tiene potencia de sobra para alzarse del suelo lo que haga falta, ni tan siquiera tuvo que saltar mucho. Le bastó con recibir con el pecho, bajar el balón con la cabeza y estrellar el esférico sobre la hierba para esperar el rebote. Ese instante lo aprovechó para armar la pierna zurda y sacarse un disparo letal a un metro del suelo que se dirigía directamente al segundo palo para buscar la remontada.

En la portería aguardaba el meta Chichizola y dos defensas le secundaban situados prácticamente encima de la línea de gol. El futbolista argentino llegó a tocar el esférico con los guantes, pero no lo suficiente como para despejarlo, solo desvió ligeramente la trayectoria. El balón se coló hasta el fondo de la red con Vicente Gómez y Etebo como espectadores de lujo a medio metro de la pelota. El Celta, con un jugadón de Aspas y Hernández, acababa de dar la vuelta al partido.

El del Las Palmas fue un golazo por su valor y por su factura. La calidad del moañés con el balón en los pies está de sobra contrastada y su intervención en el 2-1 solo sirvió para confirmarla. Lo mismo que la visión del chileno, que supo encontrar la posición, bajar el balón con criterio y rematarlo con sangre fría y con un tiro seco.

Posiblemente se trató de uno de los goles mejor construidos por los vigueses en lo que va de campaña. Una muestra del fútbol que habita en un vestuario céltico que, cuando no encuentra el juego, siempre puede recurrir al consuelo de las figuras.