El danés vive sus días más complicados, mientras el internacional con Turquía aumenta su protagonismo
26 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Pione Sisto, un jugador clave perdido en el laberinto
Pione Sisto vive sus días más complejos. Comenzó la temporada como uno de los jugadores importantes del Celta y se ganó a pulso la titularidad y el reguero de elogios, pero tras el parón navideño todo fue a peor y quizás el sábado, con el cambio en el descanso, tocó fondo, aunque el entrenador asumiese todas las culpas por equivocarse en la apuesta inicial del partido.
El danés ya tuvo su paso por el banquillo recientemente. Fue en el partido ante el Alavés, en donde quedó claro que al margen de su trabajo en ataque es una pieza fundamental en el equilibrio defensivo. El problema viene dado porque en los últimos tiempos ha perdido capacidad de desborde pese a su gran velocidad, se ha enredado con sus giros característicos frenando más de un contragolpe y ha perdido el olfato tanto para marcar como para asistir. Su último tanto fue en el cierre de la primera vuelta ante el Levante y su último pase en el derbi de Riazor en diciembre pasado. Ante el Eibar falló un gol cantado tras una jugada de libro de Maxi Gómez y Iago Aspas.
Ahora se abre de nuevo el debate entre darle continuidad al segundo asistente de la Liga por detrás de Messi o forzar un paréntesis para que el danés recupere su mejor versión en un futuro próximo. Una de las decisiones que tiene que tomar Unzué para asaltar Montilivi.
Emre Mor encadena cinco partidos con protagonismo
Emre Mor aumenta su cuota de protagonismo en el Celta. El turcodanés ha tenido minutos en los últimos cinco partidos del conjunto vigués y ante el Eibar el sábado disputó íntegra la segunda parte, algo que solo había sucedido frente al Villarreal, también en Balaídos. Esos 45 minutos son segunda participación más grande, superada tan solo por los 55 de Las Palmas, en la única ocasión en la que fue titular. En los últimos duelos en casa, además, el exBorussia Dortmund dio una asistencia.
Unos datos que chocan, por ejemplo, con el partido ante el Alavés en donde el entrenador navarro cambió toda la banda izquierda pero apostó por Brais Méndez en una posición en donde el canterano no se siente nada cómodo.
Unzué viene repitiendo en cada comparecencia que Emre Mor está creciendo en el trabajo diario pero no acaba de darle la alternativa en el flanco izquierdo, el que parece más abierto en estos momentos. En su debe pesa el trabajo defensivo pendiente, en donde el jugador debe dar un paso adelante. Por lo demás, ya demostró su velocidad, su uno contra uno y su calidad para sumar en el ataque vigués.
De cara al partido de mañana en Montilivi podría ser una alternativa. Tendría que vérselas con Maffeo, el carrilero de banda derecha del Girona.