El rendimiento menguante de Sisto

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Los números ofensivos de Pione han caído en picado al tiempo que el jugador crecía en defensa

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pione Sisto es uno de los tres futbolistas que han disputado todos los partidos de liga con el Celta esta temporada. Ha participado en las 24 contiendas y en 23 de ellas formando parte del once titular. Durante los primeros meses del campeonato a los pies del atacante danés se amontonaban los halagos y las estadísticas, ya que a golpe de diciembre suyo era el récord de asistencias en el campeonato, con nueve. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la trascendencia del jugador de origen sur sudanés en el entramado céltico ha bajado enteros y en los últimos compromisos se ha visto a un Pione más errático, más embarullado y con menos claridad de ideas para derribar los muros rivales.

Los números no tienen consideración con el danés. Si se divide en dos mitades los partidos disputados hasta ahora, en las doce primeras contiendas Pione puso su sello a 8 asistencias, tres goles y a 9 tiros a puerta. En la última docena de partidos esos registros han caído en picado. Su último gol fue al Levante ?el anterior data de finales de septiembre?, la última asistencia que dio fue ante Deportivo en el derbi previo al parón de Navidad y en los últimos tres meses únicamente ha tirado en tres ocasiones a portería.

No resulta sencillo encontrar explicación al cambio de rumbo de Sisto, aunque sí hay elementos que pueden haber influido en sus números y trascendencia, comenzando por el cambio de sistema. Fue ante el Athletic, a principios del mes de noviembre, cuando en el Celta comenzó a vislumbrarse el nuevo dibujo. Después de que Unzué defendiese en reiteradas ocasiones que únicamente matizaban la colocación, por fin se detectó claramente un 4-4-2 en el que Sisto dejaba de formar parte de la línea más vanguardista del equipo para reforzar un centro del campo muy ofensivo, pero en el que quizás su perfil de extremo ha encajado un poco peor.

En las ocho primeras jornadas, antes de recibir al Athletic, Sisto disparó a portería siete ocasiones. En las 16 siguientes, cinco. El futbolista está llegando con menos claridad al área rival. En la primera mitad de lo que va de competición probó suerte en 16 disparos y desde entonces lo intentó en 15 ocasiones, pero tan solo en tres oportunidades el balón fue hacia la portería.

Durante las doce primeras contiendas Sisto fue un futbolista importante a la hora de centrar balones para sus compañeros, contabilizando hasta 13, y en los doce partidos más recientes su estadística se desplomó hasta los dos.

Del internacional absoluto con Dinamarca se espera relevancia ofensiva, pero curiosamente es en el apartado defensivo en donde más se ha estado afanando en los últimos tiempos a instancias del entrenador. Un trabajo extra que puede explicar su merma en ataque. El danés intercepta más balones -pasó de 0 a 7- y ha dado un paso adelante a la hora de asegurar el esférico -en los primeros doce partidos perdió 35 balones y en los doce últimos, 24- a pesar de que su tendencia natural es avanzar y girarse una y otra vez, dando tiempo a los rivales para que lo encimen.

Sisto ha bajado en el uno contra uno y en la punta de velocidad que le convertía en un futbolista diferente en el vestuario, aunque quizás el cansancio acumulado de haberlo jugado todo -salvo dos partidos de Copa- con el equipo y su creciente protagonismo con la selección le pasen factura.