Los célticos llevan encajados once goles en el cuarto de hora final de los encuentros
17 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Dos asuntos han estado en boca de todos en el Celta a lo largo de la semana. Por un lado, lo idóneo de hacerse fuerte en el ciclo de los cuatro partidos que comienzan el lunes y por otra, la necesidad de cerrar los partidos para hacer buenos los resultados.
«A veces no sabemos leer el momento de decir ‘hasta acá se juega, nos replegamos y se terminó el partido’», comentó ayer el central Facundo Roncaglia siguiendo un argumento esgrimido en la víspera por el capitán Hugo Mallo. Sin querer pecar de antideportivo, el argentino enumeró argumentos del otro fútbol para que no se vuelva a repetir: «Hay que ser más inteligentes. Saber que cuando queda poco y el partido está abierto hay que saber cerrarlo. No quiero ser antideportivo, pero existe la pérdida de tiempo, echar la pelota fuera, o dejar de atacar y replegarse un poco más, tener la posesión de balón. Hay muchas cosas para buscarle la solución.
El argentino también recordó que aunque se suele poner el foco en la zaga cuando se trata de los goles encajados, «no se puede echar la culpa solo a la defensa cuando los delanteros erraron 15 situaciones de gol; si se gana o se pierde es cosa de todos y no hay que buscar culpables».
Porque el gol de Gerard Moreno del pasado domingo a los 86 minutos, que le daba el empate al Espanyol con una jugada aislada, devolvió al primer plano un problema conocido y que parecía superado en el Celta, el de encajar en los últimos minutos con un marcador favorable.
Porque después de 23 jornadas los vigueses han encajado en los últimos quince minutos once goles, seis de ellos en casa, una cifra que tan solo supera el Deportivo y que iguala el Betis, un equipo con muchas similitudes con los vigueses.
En el caso del Celta, esas facilidades en la recta final del partido le costaron puntos especialmente en el inicio de temporada ante Real Sociedad, Betis en Sevilla y el propio Getafe por poner algún ejemplo. Los verdiblancos volvieron a marcar a última hora en el partido de vuelta pero era el 3-2 y no tuvo daños colaterales, algo que sí ocurrió el domingo con los pericos, escapando dos puntos que pueden ser capitales de cara al desenlace de la temporada (de entrada para perder el golaveraje).